Con la llegada del invierno, se dispara la incidencia de enfermedades respiratorias a nivel mundial, con la influenza destacándose como una de las más preocupantes.
A menudo, se confunde con un resfriado común, pero puede ser mucho más grave, especialmente en personas mayores, niños pequeños y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos. Por eso, identificar sus síntomas y tomar medidas para cuidarse es clave para prevenir complicaciones.
Los síntomas de la influenza suelen aparecer de manera repentina y pueden incluir:
- Fiebre alta: Generalmente, supera los 38 °C y puede estar acompañada de escalofríos.
- Dolor de cabeza intenso: Es uno de los primeros síntomas en manifestarse.
- Cansancio extremo: Fatiga que dificulta realizar actividades cotidianas.
- Dolor muscular y articular: Es común sentir molestias en el cuerpo, especialmente en la espalda y las extremidades.
- Tos seca: Suele ser persistente y empeorar con los días.
- Dolor de garganta y congestión nasal: Aunque menos frecuentes que en un resfriado, pueden estar presentes.
- Dificultad para respirar: En casos más severos, puede ser un signo de complicaciones como neumonía.
Cómo cuidarse y prevenir la influenza
- Vacunación anual: Es la medida más efectiva para prevenir la influenza y reducir la gravedad de los síntomas si se contrae el virus.
- Higiene personal: Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse el rostro reduce el riesgo de contagio.
- Descanso y aislamiento: Si se presentan síntomas, es fundamental quedarse en casa, descansar y evitar el contacto con otras personas para evitar la propagación.
- Hidratación y alimentación saludable: Beber agua y consumir alimentos ricos en vitaminas fortalece el sistema inmunológico.
- Consultar a un médico: En caso de síntomas graves, como dificultad para respirar o fiebre prolongada, buscar atención médica de inmediato.