Un parto en el hogar es celebración del inicio de la vida. Para este evento trascendental, hay varias cosas que deberías conocer, además de un proceso de preparación particular. Es muchísimo lo que pudiéramos hablar de este tema. Por ahora, te damos 5 puntos clave para tener en cuenta ante esta importante decisión e indeleble experiencia.
1. Evaluación de salud y riesgos:
Toda mujer o persona gestante que aspire a tener un parto en el hogar debe ser, una persona saludable y de bajo riesgo. El modelo de cuidado de la parteria ofrece a la mujer y a la partera el espacio para determinar el riesgo de tener o desarrollar desviaciones de salud, según su estilo de vida e historial de salud. Existen condiciones de salud que no son compatibles con el parto en el hogar y que requieren atención hospitalaria.
2. Educación y preparación:
Como comunidad hemos perdido el conocimiento de afrontar un parto. Por tanto la educación es más pertinente que nunca. Existen numerosos recursos que pueden orientar y ayudar desde la preconcepción hasta el proceso de posparto. Para obtener educación y poder tomar desiciones podemos consultar con la partera, recibir el servicio de una doula con experiencia en parto casero, clases de preparación para el parto, lectura de libros, escuchar podcasts y visitar grupos de apoyo.
3. Contar con un obstetra de respaldo:
Toda persona que decide parir en el hogar, debe contar con el cuidado de un obstetra, y a su vez con la partera. El obstetra debe ofrecer apoyo a las desiciones de la familia, y respetar el proceso fisiológico, como las variaciones del parto en cada persona. También reconocer que un parto a término puede ocurrir entre las 37 y 42 semanas de gestación, siempre bajo monitoreo adecuado, y que la duración del trabajo de parto puede variar desde unas pocas horas hasta varios días, siempre que haya salud en la mujer y su bebé.
4. Atender la salud emocional:
La preparación emocional es clave para un parto en casa. Es importante trabajar miedos, preocupaciones o traumas previos con un profesional de la salud mental, ya que estos factores pueden influir en el proceso del parto.
5. Cuidado físico y hábitos saludables:
Para prevenir condiciones de salud y que el riesgo aumente, es crucial llevar una alimentación adecuada y actividad física recurrente. Las parteras guiamos a las familias a tomar buenas desiciones de alimentación y estilo de vida, porque deseamos que las familias logren la meta de poder parir en el hogar. También se puede considerar el cuidado quiropráctico, ya que está demostrado que ayuda a reducir molestias físicas durante la gestación y favorece una mejor preparación de la pelvis para el nacimiento del bebé.
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