Teniendo como objetivo el ampliar el conocimiento que la humanidad tiene del Universo, la NASA y SpaceX ultiman los preparativos para un lanzamiento conjunto que promete revolucionar la astronomía. Las misiones espaciales SPHEREx y PUNCH, diseñadas para explorar los misterios del cosmos y del Sol, respectivamente, se lanzarán en los próximos días. La misión SPHEREx, en particular, realizará un estudio espectral completo del cielo.
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El telescopio espacial SPHEREx tiene como objetivo principal realizar un mapeo detallado del cielo mediante espectroscopia, una técnica que analiza la interacción entre la luz y la materia. Durante sus dos años de operación, SPHEREx estudiará más de 450 millones de galaxias y 100 millones de estrellas en la Vía Láctea, proporcionando información crucial sobre los orígenes del universo y la inflación cósmica.
La inflación cósmica, un fenómeno que ocurrió fracciones de segundo después del Big Bang, provocó una expansión repentina del universo. Al cartografiar la distribución de las galaxias, SPHEREx ayudará a los científicos a comprender mejor este evento y a responder preguntas fundamentales sobre la formación del cosmos.
Por otro lado, la misión PUNCH (Polarímetro para Unificar la Corona y la Heliosfera) se centrará en el estudio de la atmósfera exterior del Sol, conocida como corona, y cómo esta se extiende hacia el espacio para formar el viento solar. Esta corriente de partículas cargadas, que influye en todo el sistema solar, puede afectar la tecnología terrestre, como los satélites de comunicación y las redes eléctricas.
El estudio del viento solar es fundamental para comprender su interacción con la Tierra y otros planetas. PUNCH utilizará una flota de pequeños satélites para capturar imágenes en tiempo real de estos fenómenos, lo que permitirá predecir tormentas solares y mejorar la protección de la tecnología en nuestro planeta.
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Para garantizar el éxito de la misión SPHEREx, la nave espacial cuenta con tres escudos de fotones en forma de cono que protegen el telescopio del calor de la Tierra y el Sol, así como una estructura de espejos que dirige el calor del instrumento hacia el espacio. Estos escudos de fotones le dan a la nave espacial su distintiva forma.
