Salud

Lo que debes conocer sobre el hipotiroidismo

Muchas personas tienen problemas de tiroides sin saberlo.

Quizás hayas escuchado esta palabra tan larga. Incluso, es posible que tengas algún familiar que sufra de dicha condición.

Hablamos del hipotiroidismo, una enfermedad que surge cuando la glándula de la tiroides (situada en la base de la garganta, cerca de la tráquea) produce menos hormonas tiroideas de las necesarias. Estas hormonas, llamadas T4 y T3, son esenciales porque regulan el metabolismo y muchas funciones del cuerpo. Es más frecuente en mujeres y en personas mayores.

La hipófisis, una glándula del cerebro, controla la tiroides liberando TSH (Hormona estimulante de la tiroides). Si los niveles de T4 y T3 bajan, la hipófisis genera más TSH para estimular la tiroides. Sin embargo, en el hipotiroidismo, la tiroides no responde como debería y no produce suficientes hormonas.

Cuando faltan hormonas tiroideas, el cuerpo funciona más lento. Esto afecta al metabolismo, al cerebro, al corazón, a la digestión y otros sistemas, provocando una disminución general de la actividad del organismo.

“El hipotiroidismo puede clasificarse en primario y central, dependiendo del origen del problema”, señaló la doctora Mansilla-Letelier, quien además es fundadora y presidenta de la Sociedad para la Obesidad y Síndromes Asociados (SOSA), una organización comprometida con la educación, prevención y tratamiento de la obesidad y sus comorbilidades, mediante la difusión de conocimiento basado en la evidencia científica.

En el hipotiroidismo primario, los tiroides no funcionan bien, por lo que la glándula pituitaria aumenta la producción de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) para intentar estimularla.

Mientras, en el hipotiroidismo central, el problema está en el sistema nervioso central (glándula pituitaria o hipotálamo), que no produce suficiente TSH, por lo que la tiroides no recibe la señal para funcionar.

Según indicó la doctora Mansilla-Latelier, las causas para el hipotiroidismo central pueden incluir tumores en la glándula pituitaria o el hipotálamo (adenomas, craneofaringiomas) o ser causados por cirugías o radioterapia en la glándula pituitaria o cerebro, por enfermedades inflamatorias o infecciosas del sistema nervioso central, por deficiencia congénita de hormonas pituitarias o por trauma en el cráneo.

Sus síntomas, señaló la doctora, pueden ser similares al hipotiroidismo primario, pero a menudo son más sutiles. Estos incluyen fatiga extrema, intolerancia al frío, piel seca, disminución del apetito, problemas de memoria y concentración disminución de la función sexual y, en casos graves, puede haber insuficiencia de otras hormonas pituitarias.

El diagnóstico, recordó la doctora, ocurre cuando hay niveles bajos de T4 libre en sangre o el TSH inadecuadamente bajos o normales. Se deben recurrir a imágenes por resonancia magnética (MRI) para evaluar la glándula pituitaria y el hipotálamo.

“El tratamiento consiste en la administración de levotiroxina (T4) en dosis ajustadas individualmente. Es importante no usar la TSH como marcador de control, sino la T4 libre, debido a las alteraciones en la regulación de la TSH en estos pacientes. Si hay otras deficiencias hormonales pituitarias, también deben ser tratadas”, señaló la doctora Mansilla-Letelier.

“El hipotiroidismo central no tratado puede llevar a complicaciones graves, como deterioro cognitivo, depresión y reducción en la calidad de vida. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son clave para evitar estos problemas”, explicó nuestra experta.

En conclusión, la doctora Mansilla-Letelier, subrayó que “el hipotiroidismo central es una condición menos frecuente que el hipotiroidismo primario, pero igualmente importante. Si experimenta síntomas persistentes de hipotiroidismo y tiene factores de riesgo, consulte a un endocrinólogo para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado”.

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