En un inesperado aumento de las contrataciones, los empresarios estadounidenses crearon 467,000 puestos de trabajo el mes pasado, una señal de la resistencia de la economía ante la oleada de infecciones por la variante ómicron, que enfermó a millones de personas, mantuvo a muchos compradores en casa y dejó a los negocios, desde restaurantes hasta fábricas, con poco personal.
El informe del gobierno publicado el viernes también revisó drásticamente al alza su estimación de creación de puestos de trabajo para noviembre y diciembre en un total combinado de 709.000. Agregó que la tasa de desempleo apenas aumentó el mes pasado, al pasar del 3,9% a un 4%, que sigue siendo bajo, principalmente porque más personas comenzaron a buscar trabajo y no todos encontraron empleo de inmediato.
El fuerte aumento de contrataciones de enero, que desafió las expectativas de una leve ganancia, demostró el ansia de muchos empleadores por contratar incluso cuando la pandemia sigue frenando la economía. Los negocios parecen haber visto que la ola de ómicron tuvo, como máximo, un impacto temporal en la economía y siguen confiando en el crecimiento a largo plazo.
“Los empleadores asumieron que ómicron sería dolorosa, pero a corto plazo, por lo que no han cambiado sus planes de contratación”, comentó Mathieu Stevenson, director ejecutivo de Snagajob, un sitio de ofertas de trabajo centrado en trabajadores por hora. “La demanda de los empleadores es tan fuerte como siempre”, añadió.
El aumento de la contratación de enero y las fuertes revisiones al alza de los meses anteriores significan que Estados Unidos tiene 1,1 millones de empleos más de lo que indicaban los datos del gobierno hace apenas un mes. Las contrataciones sólidas, junto con las ganancias salariales constantes, están impulsando el gasto del consumidor, que se ha topado con cadenas de suministro abrumadas para acelerar la inflación a un máximo de cuatro décadas.
Los cheques salariales de los estadounidenses en promedio, una vez ajustados a los aumentos de precios, no son tan altos como hace un año, a pesar de que muchos trabajadores han recibido aumentos. Muchos hogares, especialmente las familias de bajos ingresos, luchan por cubrir necesidades como la gasolina, los alimentos, el alquiler y el cuidado de sus hijos.
Las cifras de contratación publicadas el viernes probablemente le darán a la Reserva Federal un mayor margen de maniobra para aumentar las tasas de interés más rápidamente de lo pensado, a fin de enfriar la inflación. La Fed ya ha indicado que comenzará a subir las tasas en marzo y podría volver a hacerlo en su próxima reunión de mayo.
Los aumentos más rápidos de tasas para restringir el crédito podrían reducir el endeudamiento y el gasto, lo que a su vez podría frenar la economía.
La perspectiva general para el mercado laboral sigue siendo brillante, con vacantes cerca de un máximo histórico, el ritmo de despidos a la baja y la tasa de desempleo en un nivel saludable. Estados Unidos ganó más empleos el año pasado que en cualquier año desde 1978, según cifras ajustadas al tamaño de la fuerza laboral. La tasa de desempleo cayó casi 3 puntos porcentuales, del 6,7% al 3,9%, la caída anual más pronunciada registrada. Gran parte de esa mejora representó un repunte de las pérdidas récord de empleos en 2020 que fueron impulsadas por la recesión pandémica.