El Departamento de Justicia anunció el martes la mayor incautación financiera de su historia: más de $3.600 millones, e informó que arrestó a una pareja de Nueva York acusada de confabulación para lavar miles de millones de dólares en criptomonedas que fueron robadas durante el hackeo de Bitfinex, una casa de cambio virtual, en 2016.
Ilya “Dutch” Lichtenstein, un hombre de 34 años con nacionalidad rusa y estadounidense, y su esposa Heather Morgan, de 31 años, fueron arrestados la mañana del martes en Manhattan acusados de utilizar varias técnicas sofisticadas para lavar las criptomonedas robadas y ocultar las transacciones. Enfrentan cargos federales de asociación delictuosa para cometer lavado de dinero y para defraudar a Estados Unidos.
“El mensaje a los criminales es claro: Las criptomonedas no son un paraíso fiscal. Podemos y seguiremos el dinero, sin importar la forma que tenga”, dijo la secretaria de Justicia adjunta Lisa Mónaco en un comunicado en video difundido por el Departamento de Justicia.
Durante su comparecencia inicial en la corte, un juez magistrado dictaminó que Lichtenstein podía quedar bajo arresto domiciliario con una fianza de 5 millones de dólares que también fuera firmada por sus padres. A Morgan se le fijó una fianza de 4 millones. Ambos seguirán detenidos hasta que se cumplan los términos de la fianza.
Los fiscales habían argumentado que a los acusados se les debería negar el derecho a fianza y señalaron que ambos podrían escapar, ya que posiblemente aún tengan acceso a grandes sumas de dinero. Además, durante un cateo a su residencia, los investigadores encontraron una carpeta con el nombre “ideas de pasaportes” que contenía información sobre como obtener identificaciones falsas, así como varios teléfonos celulares, señalaron los fiscales.
El abogado defensor Anirudh Bansal respondió diciéndole al juez que sus clientes no tienen intención de escapar. Aseguró que ellos sabían que estaban siendo investigados desde finales del año pasado y no se dieron a la fuga. También dijo que los cargos son “endebles” y desproporcionados.
“No creo que descubran que se lavaron miles de millones de dólares”, comentó Bansal.
A la pareja no se le acusó del hackeo a Bitfinex, durante el cual un hacker inició más de 2.000 transacciones no autorizadas de bitcoin que enviaron los fondos robados a una cartera digital que controlaba Lichtenstein. Ese día se robaron alrededor de 71 millones de dólares en bitcoins, valuadas actualmente en más de 4.500 millones.
Las autoridades aseguran que finalmente rastrearon el dinero robado a más de una decena de cuentas controladas por Lichtenstein, Morgan y sus negocios. Documentos presentados ante el tribunal los acusan de utilizar técnicas clásicas de lavado de dinero para ocultar sus actividades y el movimiento del dinero, como la creación de cuentas con nombres ficticios y el uso de programas de cómputo para automatizar las transacciones.
Con el objetivo de ocultar sus transacciones y dificultar su rastreo, los acusados también usaron AlphaBay, un mercado de la red oscura que el Departamento de Justicia desmanteló en 2017, según los fiscales.
Mediante el uso de cajeros automáticos para bitcoins se cobraron millones de dólares de las transacciones, dinero que fue utilizado para la adquisición de oro y tokens no fungibles (NFT por sus iniciales en inglés), así como cosas más mundanas como tarjetas de regalo en Walmart para gastos personales, indicaron los fiscales.