Con chanclas, botas y cargando neveras de playa, decenas de manifestantes intentaron hoy, sábado, cruzar el tramo de la orilla de Dorado Beach, pero se vieron dificultados por el camino rocoso cuyo acceso de por sí era difícil debido a la proximidad de residencias de lujo en el área.
La gran mayoría de los presentes formaron parte de la convocatoria para acudir a la playa Sardinera y disfrutar de un sábado soleado como parte de una manifestación para arrojar luz sobre el pobre acceso a la playa pública.
“Lo que queremos recalcar es que por ley, se tiene que dejar un acceso público a personas que tienen impedimentos o cualquier tipo de personas que quiera disfrutar”, expresó Wilmar Vázquez González, una de la coordinadoras del evento, durante una conversación que sostuvo con Metro Puerto Rico.
“Estamos viendo lo crítico que está el acceso al público aquí en las playas y nosotros dijimos que no podíamos dejar pasar la oportunidad y tenemos que hacer este evento aquí o donde sea necesario para llevar el mensaje de que las playas necesitan acceso público”, añadió.
La actividad cuenta con varias carpas con comida, música y refrigerios para el que interese. Además, está pautado un recogido de basura poco antes de que caiga la noche.
Este medio intentó cruzar todo el tramo que cubre la playa, pero se vio dificultado por el pobre acceso a ella, el camino incómodo, desnivelado y rocoso que conlleva este.
De hecho, dos personas tuvieron que ser escoltadas por oficiales de seguridad mediante las residencias de lujo que están a pies de la orilla debido a que se les estaba imposibilitando el camino por su dificultad.
Al momento de esta publicación, múltiples oficiales de seguridad privada, desplegados y separados a cierta distancia, observaban y grababan a los transeúntes que se daban la tarea de acceder a la playa.
Sin embargo, esta ocasión es de las pocas veces que la seguridad del complejo de residencias permite que personas accedan a estas areas de la playa, según Usbaldo Acevedo, un vendedor de mantecado que suele frecuentar por el balneario adyacente a esta área.
“Desde allá”, señala el comerciante hacia el balneario, “el vigilante nos decía que del área para arriba no podíamos subir”.
“Hoy hay más guardias”, afirmó el vigilante al ser increpado por este medio.
En efecto, el incremento en la seguridad fue una de las opciones que escogió la comunidad. Más temprano esta semana se viralizó una circular de parte de la administración de viviendas en la que advertía sobre la manifestación y a su vez anunciaba que incrementarían la presencia de seguridad.
Por su parte y poco después del anuncio, el alcalde de Dorado, Carlos Lopez, se distanció de tales denuncias y afirmó que su administración vela por que los desarrolladores cumplan con la ley.
