Un hombre se disfrazó de mujer para poder entrar a la oficina de su expareja y le roció con un líquido que le provocó quemaduras en el rostro y cuerpo porque esta se negó a retomar su relación.
El suceso ocurrió en La Paz, Bolivia, el fin de semana, informó este lunes a los medios el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) de La Paz, el coronel Jhonny Vega.
El sujeto, de 57 años, llegó hasta el lugar donde trabaja la víctima “vestido de mujer y con una peluca” para poder ingresar a su fuente laboral y hablarle, explicó Vega.
“Comienzan las discusiones verbales y luego físicas, y la señora menciona que después saca de una botella una sustancia que le rocía en el rostro y el cuerpo”, señaló.
El hombre huyó posteriormente, mientras que la víctima, de 36 años, presenta “quemaduras en el rostro y el cuerpo con ampollas visibles” y tiene 25 días de impedimento, indicó Vega.
La mujer se negó a regresar con su expareja
Según el testimonio de la víctima, el sujeto quería tener otra vez una relación sentimental con ella, pero se negó, ante lo cual comenzaron las agresiones.
Al registrar el lugar donde se produjo el ataque, los agentes policiales recolectaron dos botellas con la sustancia empleada por el hombre para atacar a su expareja y se aguardan unos análisis para saber exactamente con qué le roció, según el jefe policial. Medios locales informaron que se trata de ácido.
La Policía busca al hombre dentro de un proceso por “feminicidio en grado de tentativa”, añadió. Bolivia tiene vigente desde 2013 una ley que busca proteger a las mujeres de todo tipo de violencia que, entre otros aspectos, castiga el feminicidio con 30 años de prisión sin derecho a indulto.
Sin embargo, la norma no ha frenado los niveles de violencia machista y, por ejemplo, el principal delito denunciado en 2021 fue el de “violencia familiar o doméstica”, con 37.613 casos, según datos de la Fiscalía boliviana.
Las organizaciones feministas han reclamado desde hace años que la ley no se cumple plenamente por carencias como la falta de presupuestos y personal adecuado para atender estos casos.
Las airadas protestas recientes de las activistas tras conocerse mediante un caso sonado que muchos feminicidas sentenciados han sido liberados dejaron a la Justicia boliviana en la mira y motivaron a que el Gobierno cree una nueva comisión para revisar estos casos.