Dirigiéndose a un Estados Unidos consternado y a un mundo intranquilo, el presidente Joe Biden anunció el martes que Estados Unidos está bloqueando su espacio aéreo a todos los vuelos rusos en respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania. Agregó que Estados Unidos está trabajando para confiscar yates y apartamentos de oligarcas rusos.
Durante su primer discurso del Estado de la Unión, advirtió que seguirá de cerca las agresiones de Rusia en Ucrania, pondrá bajo control una inflación desbordada en la Unión Americana y lidiará con una pandemia del coronavirus menguante, pero aún peligrosa.
Al comenzar su discurso ante el Congreso, pidió a los legisladores presentes en la Cámara de Representantes que se pusieran de pie y le aplaudieran a los ucranianos, y así lo hicieron.
Biden resaltó la valentía de los defensores ucranianos y la determinación de una revitalizada alianza de Occidente que ha tomado medidas para reabastecer de armas al ejército ucraniano y paralizar a la economía rusa a través de sanciones. Advirtió que la economía estadounidense también pagaría un costo, pero aseguró con firmeza que, si Putin no enfrentara consecuencias, las agresiones del presidente ruso no se limitarían a Ucrania.
“A lo largo de nuestra historia hemos aprendido esta lección: Cuando los dictadores no pagan el precio por su agresión, provocan más caos”, declaró Biden. “Siguen avanzando, y los costos y amenazas para Estados Unidos y para el mundo continúan aumentando”.
Mientras Biden pronunciaba su discurso, las tropas rusas intensificaban su ofensiva en Ucrania, luego de haber bombardeado la plaza principal de la segunda ciudad más grande del país y la torre central de televisión en Kiev, dejando al menos cinco muertos. El monumento al Holocausto Babi Yar también sufrió daños.
Muchos legisladores portaban pines en sus solapas en honor a Ucrania.
Incluso antes de que la invasión rusa disparara los costos de los combustibles, ya habían aumentado los precios que pagan las familias estadounidenses. Además, la pandemia de COVID-19 continúa perjudicando a la población y a la economía de Estados Unidos.