El presidente de Ucrania hizo un llamado “desesperado” el sábado a legisladores estadounidenses para que Estados Unidos le ayude a conseguir más aviones de guerra para sus fuerzas armadas e impida las importaciones de petróleo ruso, al tiempo que Kiev trata de repeler la invasión rusa.
Al inicio de su videollamada privada con legisladores estadounidenses, el mandatario Volodymyr Selenskyy aseveró que esa podría ser quizá la última vez que lo vean con vida. Selenskyy ha permanecido en Kiev, la capital, a la que amenaza una enorme columna blindada rusa desde el norte.
Vestido con su tradicional camiseta militar verde y frente a un muro blanco con una bandera ucraniana, el presidente dijo a los legisladores que Ucrania necesita garantizar la seguridad de sus cielos, sea mediante una zona de exclusión aérea impuesta por la OTAN o un mayor suministro de aviones para reforzar la defensa de Ucrania. Selenskyy ha pedido desde hace días la creación de una zona de exclusión aérea, pero la OTAN se ha rehusado argumentando que esa medida podría provocar una guerra generalizada con Rusia.
El diálogo de una hora con unos 300 miembros del Congreso estadounidense y sus colaboradores tuvo lugar en momentos en que las fuerzas rusas continúan abriendo fuego de artillería contra las ciudades rodeadas y cuando el número de ucranianos que han huido de su país aumentaba a 1,4 millones de personas.
“El presidente Selenskyy hizo un llamado desesperado”, dijo el líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer.
Selenkyy desea que Estados Unidos facilite la transferencia de aviones desde países aliados del este de Europa, agregó.
“Haré todo lo que pueda por colaborar con el gobierno a fin de facilitar la transferencia”, declaró Schumer.
Estados Unidos considera enviar aviones F-16 de fabricación estadounidense como equipo de relleno a países de Europa oriental que pertenecieron al bloque soviético y hoy son miembros de la OTAN. Ellos, a cambio, enviarían a Ucrania sus propios MiGs de la era soviética, que los pilotos ucranianos están entrenados para volar.
Los republicanos y un número creciente de demócratas, entre ellos la presidenta de la cámara baja estadounidense, Nancy Pelosi, apoyan la idea de prohibir las compras de petróleo ruso. El gobierno del presidente Joe Biden se ha resistido a la fecha a adoptar esa medida, por temor a que se disparen los precios de los combustibles.