Polonia anunció el martes que cedería todos sus aviones de combate MiG-29 a Estados Unidos, aparentemente aceptando un acuerdo que permitiría que sean utilizados por el ejército de Ucrania.
Se tiene previsto que la decisión impulse la moral de Ucrania en momentos en que los continuos enfrentamientos agravan la catástrofe humanitaria mientras las fuerzas rusas bombardean sus ciudades. Pero también aumenta los riesgos de una guerra más amplia.
El Pentágono no comentó al respecto de manera inmediata.
Ucrania ha estado pidiendo más aviones de combate y Washington ha estado estudiando una propuesta según la cual Polonia suministraría a Ucrania aviones de la era soviética y a su vez recibiría F-16 estadounidenses para compensar su pérdida. Los pilotos ucranianos están entrenados para operar los aviones de fabricación soviética.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia anunció en un comunicado que la nación estaba lista para entregar los aviones a la Base Aérea estadounidense de Ramstein, en Alemania, de manera inmediata y gratuita.
“Al mismo tiempo, Polonia solicita a Estados Unidos que nos proporcione aviones usados con capacidades operativas correspondientes”, señaló.
El gobierno polaco también pidió que otros propietarios de MiG-29 sigan sus pasos.
Bulgaria y Eslovaquia, integrantes de la OTAN y antiguos miembros del bloque soviético, también tienen aviones de combate de fabricación soviética en sus fuerzas aéreas.
La entrega de los 28 MiG-29 de fabricación soviética de Polonia indica la disposición de los países de Occidente de tomar medidas adicionales para disuadir a Rusia. Pero militarmente es poco probable que representen una diferencia, debido a que la cantidad no es tan grande y son de capacidad inferior a los aviones rusos y podrían ser presa fácil para la fuerza aérea rusa.
Rusia ha advertido que apoyar a la fuerza aérea de Ucrania sería visto por Moscú como una participación en el conflicto y abriría a los proveedores a posibles represalias.
También debilitaría a la propia fuerza aérea polaca en un momento de mayor peligro en Europa del Este.
El martes, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, dijo que su país apoyaría a Polonia si entregaba los aviones, señalando que podría enfrentarse a las “consecuencias directas” de su decisión.
“Protegeremos a Polonia, les ayudaremos en todo lo que necesiten”, dijo Wallace a la cadena Sky News.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que había visitado Londres ese mismo día, insistió en una conferencia de prensa en Noruega después de que su gobierno anunciara su decisión que “ni Polonia ni la OTAN son parte de esta guerra”.
“Las decisiones sobre el suministro de armas ofensivas deben tomarse por unanimidad a nivel de toda la OTAN. No podemos tomar ninguna medida por nuestra cuenta, porque no somos parte en esta guerra”, comentó.