¿Es hora de repensar el censo y otros sondeos que miden los cambios en la población de Estados Unidos?
Legisladores y demógrafos se han hecho esa pregunta desde que resultados publicados este mes por la Oficina del Censo mostraron que los residentes negros, hispanos, nativos y otras minorías fueron subcontados en 2020 en comparación con la década anterior.
Además de eso, los resultados de un amplio sondeo que compara los cambios año con año en la vida de los estadounidenses tuvieron que descartarse porque las interrupciones causadas por la pandemia produjeron menos respuestas en 2020.
“El modelo actual de elaborar una lista maestra de direcciones, enviar una invitación a todos —como invitar a las personas a una fiesta y esperar que respondan, y si no, ir a buscarlos— creo que es un sistema obsoleto”, dijo Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO Educational Fund, una organización apartidista sin fines de lucro que apoya la participación política de los hispanos.
Los déficits de conteos en el censo de 2020 se atribuyeron a la pandemia, los desastres naturales y la interferencia política de la administración del entonces presidente Donald Trump, pero que las minorías raciales y étnicas queden por debajo de los conteos no es nada nuevo en el censo; esto ha sido persistente durante décadas.
En los últimos años, el costo de los censos y las encuestas ha aumentado, mientras que las tasas de participación pública en los sondeos han disminuido. El mayor esfuerzo entre censos de la oficina para medir la población del país, la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense, produce 11.000 millones de estadísticas a partir de entrevistas con 3,5 millones de hogares cada año, y el censo decenal cuenta a cada habitante para repartir fondos federales y las bancas del Congreso entre los estados, así como para rediseñar los distritos políticos.
“Lo que tenemos hoy en gran medida sigue siendo un sistema estadístico centrado en encuestas del siglo XX”, dijo Ron Jarmin, director de operaciones de la Oficina del Censo, en diciembre, cuando era director interino de la agencia.
La Oficina del Censo ya está desarrollando nuevas formas de recopilar datos. Uno de ellos es el Programa Marcos, el cual combinaría todo tipo de datos, incluidos registros administrativos del sector privado y agencias gubernamentales, así como sondeos y censos.
En 2030, cuando se lleve a cabo el próximo censo, el programa podría ayudar a contar a las personas con buenos registros administrativos o enlaces a otros registros, y se podrían dedicar más recursos a los hogares que son más difíciles de contar, dijo el director de la Oficina del Censo, Robert Santos, en una reciente entrevista con The Associated Press.