El fiscal paraguayo Marcelo Pecci fue asesinado por un sicario desde una moto acuática en Cartagena. Allí pasaba su luna de miel con su esposa, la periodista Claudia Aguilera. Lo peor es que ella le tenía una noticia que le iba a cambiar la vida.
Ambos parecían estar en un cuento de hadas. Él en su país era un reconocido funcionario judicial y ella, una de las presentadoras más populares de la televisión. Ella estaba, por supuesto, muy feliz de estar en Cartagena. Además, porque iban a ser padres.
Ella ya había publicado desde hace varios días fotos de sus momentos románticos en la ciudad de la Costa colombiana. Cómo contemplaban el mar, la belleza de nuestro país.
Esta historia de amor se apagó repentina y abruptamente debido a que Pecci fue ajusticiado por las mafias que perseguía.
Llevaban apenas días de casados
La boda se había realizado el pasado sábado en la Parroquia San José de Asunción. Luego hubo una fiesta en el Gran Hotel de Paraguay.
La presentadora dijo lo siguiente sobre el enlace:
“Los días previos a la boda fueron con muchos pendientes y algunas definiciones. Se invierte mucho tiempo en los preparativos”, manifestó en el medio Unicanal.
Su perrito incluso asistió a la boda con un traje muy elegante. Claudia estaba muy feliz por lo que iba a suceder:
“El 30 de abril me caso, estoy entrando a un ritmo que lleva mucho tiempo la organización, pero estoy muy feliz”, expresó.
Contó que ya se conocían por el trabajo que hacían y luego comenzaron a hablar. “Desde finales de diciembre del año pasado somos novios. Fue amor a primera vista. La admiración mutua aportó mucho para que podamos casarnos”, dijo en aquel tiempo.
Ambos se conocieron en un proyecto de trabajo. Pecci era un investigador del grupo antinarcóticos de Paraguay. Lideró investigaciones contra grupos de narcotráfico como A Ultranza PY. También investigó cómo mataron al empresario Mauricio Schwartzman.
Esta historia de amor acabó cuando fue asesinado en la playa, abordado por dos sujetos en una moto acuática.