El Sistema San Juan Capestrano reveló que la pandemia del COVID 19 produjo un aumento en la admisión para el manejo de adicción al alcohol y drogas en adultos.
Los detalles los ofreció la principal oficial corporativa del Sistema, licenciada Marta Rivera Plaza, durante un foro convocado por el Centro Unido de Detallistas donde comparecieron cientos de pequeños y medianos comerciantes.
Advirtió la necesidad de identificar las señales que afectan la salud mental, como ha sido el huracán María, el terremoto y actualmente la pandemia del COVID 19. Según la licenciada estas son la ansidedad, depresión y descuido de la salud personal
“El pasado año la pandemia del COVID 19 hizo que se duplicaran el número de camas para manejo de adicción al alcohol y drogas en adultos. Hemos identificado cinco (5) señales que han estado presente en casos clínicos donde ha sido necesario la intervención de profesionales de la salud mental. En el primero de ellos, los pacientes presentan “ansiedad” con el cambio constante de emociones donde se asoma irritabilidad y malhumor. La segunda señal inequívoca lo es la “depresión” acompañada de falta de energía, dificultad para dormir y problemas para concentrarse. Todo esto ha hecho que se dupliquen las admisiones por depresión severa ligada mayormente a la pérdida de seres queridos víctimas de la pandemia y como segundo motivo están los divorcios. En los adolescentes el manejo de aislamiento, los estudios en línea y la falta de socialización han sido combustible para generar problemas de salud mental cuya consecuencia ha sido el aumento en la demanda de servicios”, señaló
“Realmente estamos en tiempos difíciles. Debemos identificar las señales por las cuales una persona puede tener su salud mental afectada. La presencia de desesperanza en una persona que habla mucho de los costos de la vida subiendo, la guerra, la vacunación sí o no y el poco acceso a profesionales de salud mental son señales que hay que atender. En el área de la salud mental, Puerto Rico presenta un cuadro de preocupación que incluye un aumento de pacientes envejecientes abandonados por familiares en los hospitales, adolescentes sin metas profesionales, la falta de empleados que trabajen en los negocios. Sin embargo, la ciencia de la conducta tiene medidas remediarías o curativas para todo eso”, informó la principal oficial corporativa del hospital San Juan Capestrano.
Según Rivera Plaza, “las ideas suicidas pueden identificarse cuando una persona se aísla negándose a compartir su dolor emocional, muchas veces actuando de una manera que pone en riesgo, no sólo a sí mismo, también a otras personas”.
En el caso de los operadores o dueños de pequeños o medianos negocios la situación ha sido más difícil, dijo la licenciada.
“Los últimos 6 años (tiempos de Huracana María, Terremoto y Pandemia del COVID 19), ha aumentado la tensión emocional en estos seres humanos. Hasta la imposición de medidas sanitarias que el gobierno ha impuesto ha afectado el estado de ánimo especialmente de los que están a cargo del mando en dichos establecimientos, por lo que ha sido necesario la ayuda de profesionales de la salud mental”, indicó.