“Mami maté a papi”. Esa fue la admisión que escuchó anoche la madre de Christian González Martel, un joven verterano de la guerra en Irak, luego que anoche atropellara a su padre y luego lo apuñalara frente a su residencia en Arecibo.
“Me llamó como a las 10 menos 10 (de la noche) y me dijo: ‘Mami maté a papi’. Y yo le dije ‘no digas eso’ y me dijo, ‘sí, mami, maté a papi. Ya se fue’. Creo que le dio un beso y todo. Yo me volví loca gritando y mi esposo se levantó”, relató Rommy Martel a Noticentro.
“Esto es un dolor, yo no esperaba esto. Esto es una pesadilla, una pesadilla. Yo no sé, Dios es el que sabe el dolor que sufre una madre. Porque yo no quiero que le pase nada a él. A él se le meten tantas cosas en la mente. Tienen que ayudarlo, de verdad”, sostuvo.
Según la mujer, González Martel había pasado el día compartiendo con su padre, pero la tarde terminó en tragedia. El hombre llegó en su auto, un Suzuki Aerio, y según la Policía lo arrolló frente a su residencia en la carretera 10, barrio Hato Viejo en Arecibo y luego lo acuchilló en el suelo. González Martel fue transportado al hospital Metro Pavía de Arecibo donde recibía atención médica por una herida que presentaba en el labio superior derecho. Allí, de igual manera, la Policía lo puso bajo arresto.
Martel dijo que su hijo necesitaba tratamiento por condiciones de salud mental asociadas por su paso en la guerra en Irak. González Martel vivía en Carolina del Norte donde recibía tratamiento, pero una vez se mudó a la Isla, esperaba ser atendido presencialmente. Solo era atendido mendiante llamadas.
“No era un mal hijo. Le daban esas depresiones de lo que estuvo en Irak. Vivió muchas cosas en Irak. Me dice ‘mami yo vi muchas cosas, vi muchos nenes morir. Le ponían bombas y explotaban al lado de mi cara. No es fácil’, relató.