La Asociación de Maestros de Puerto Rico no avaló la propuesta de la Corporación para la Defensa del Poseedor de Licencia de Armas de Puerto Rico (CODEPOLA) para permitir al personal docente y no docente a portar armas en las escuelas porque entiende que podría generar consecuencias nefastas en los planteles escolares.
“Entendemos que nuestro gobierno debe tomar todas las medidas necesarias para proteger la vida de todos los componentes de nuestras comunidades escolares y evitar que sucesos como este (el ocurrido en Texas) puedan darse en alguna de nuestras escuelas. Sin embargo, nos parece que la propuesta de CODEPOLA, es una sumamente preocupante y que podría traer consecuencias nefastas para el escenario escolar”, señaló en declaraciones escritas el presidente de la Asociación, Víctor Bonilla Sánchez.
Sostuvo que no se justifica que los maestros del país tengan que estar armados porque “la coyuntura que vivimos en nuestra isla es muy diferente a la que se vive en los Estados Unidos”.
“Los eventos que pueden vivirse en nuestras escuelas son muy diferentes y de muchísima menor envergadura”, puntualizó.
El presidente de CODEPOLA, Ariel Torres Meléndez, abogó ayer para que se le autorice a los maestros del país portar armas de fuego en el Departamento de Educación. “Antes de que el gobierno invierta millones de dólares en equipos para detectar armas de fuego en los planteles, se debería considerar trabajar alguna Carta Circular con directrices específicas, y realizar esfuerzos en conjunto entre el Departamento de Educación y en Negociado de la Policía para entrenar a los maestros en la misma Academia de la Policía y permitirles portar armas para la defensa de su vida y la de sus estudiantes”, afirmó Torres Meléndez.
Torres Meléndez destacó que los detectores de metales en diferentes agencias gubernamentales como el Departamento de Hacienda, la Policía de Puerto Rico y los Tribunales no están funcionando adecuadamente, estando protegidos de las inclemencias del tiempo dentro de los edificios. En tanto se cuestionó lo que sucedería con esos detectores en una escuela “bajo agua, sol y sereno”.
Torres Meléndez dijo que esta acción de facilitarle armas a los maestros no es nueva dentro del Departamento de Educación ya que el 2014, el secretario de entonces lo autorizó.