Luego de que el gobernador Pedro Pierluisi aprobara ayer la pieza legislativa que le aplica una moratoria al impuesto del costo de la gasolina y el diésel, el economista José Caraballo Cueto sostuvo que esta medida evita que la industria local quede a merced de la volatilidad de los precios del mercado internacional.
“Sí, es un alivio porque aunque siga aumentado a nivel internacional, sin el alivio hubiese aumentado más todavía”, abundó.
Asimismo, el también catedrático asosiado en la Universidad de Puerto Rico destacó la importancia de que las agencias revisen activamente los precios del combustible.
“Lo importante es que en este caso haya la suficiente fiscalización para que se pueda ver el alivio y no se quede en los intermediarios que están en esa cadena”, recalcó Caraballo Cueto.
El economista, a su vez, indicó que, aunque es poco probable de que disminuya el precio de los alimentos, la moratoria al impuesto de la crudita puede beneficiar a las empresas encargadas de transportar los mismos.
“Si se concretiza el alivio en bomba, es un alivio para las empresas de acarreo, es un alivio para todo el sector privado que tiene que mover mercancía alrededor de Puerto Rico (...) es una reducción en la forma de hacer negocio”, explicó.
No obstante, Caraballo Cueto expresó que la ciudadanía podría experimentar un descenso en el costo de los alimentos en base a la competencia entre negocios.
“Yo creo que va a ser muy difícil que se materialice, eso probablemente se quede como un alivio a las empresas aunque en sectores bien competitivos, es posible que le pasen ese alivio al consumidor”, concluyó.
La moratoria a la crudita corresponde a la Resolución Conjunta de la Cámara 332 para disminuir el costo del combustible en Puerto Rico a través de la congelación del margen de ganancia de los detallistas de gasolina.