En medio de un notable proceso inflacionario –que para mayo registró un incremento interanual de 6.4% en el índice de precios al consumidor–, el bolsillo de los puertorriqueños continuará apretándose a partir del mes de julio, cuando deben entrar en vigor nuevos ajustes en las facturas de agua y luz.
La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) estrenará una nueva estructura tarifaria que incluirá otro aumento en el cargo por consumo, el sexto incremento anual consecutivo desde la imposición de la Junta de Control Fiscal (JCF).
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Mientras, anoche el Negociado de Energía anunció el incremento de 4.58 centavos en el costo por kilovatio hora, que representa la séptima alza trimestral consecutiva desde enero de 2021.
Nueva estructura AAA
El 1 de enero de 2018 entró en vigor el primer aumento de 2.5% en la tarifa residencial de agua, que sería seguido por otro aumento similar el 1 de julio de ese año y los tres años subsiguientes.
Desde mañana, en tanto, cobrará vigencia un aumento adicional de 2% al consumo que irá acompañado de una “simplificación” en la estructura tarifaria, que implicará un alza de 5% en el cargo base.
A futuro, el plan fiscal certificado por la JCF contempla incrementos anuales en la factura de un 2%, ajustes que se extenderían, al menos, hasta el año fiscal 2027.
En un comunicado a mediados de mayo, luego de completarse un proceso de vistas públicas, la AAA explicó que, debido a la reestructuración de su tarifa, algunos clientes con un consumo similar al ordinario podrían ver reflejado un aumento en la factura, mientras otros pudieran experimentar una reducción.
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Por ejemplo, un cliente residencial con un consumo mensual de 10 metros cúbicos de agua pagaría $28.15, o $1.33 más que actualmente. Sin embargo, un abonado que consuma 13 metros cúbicos recibiría una factura de $44.17, lo que sería un ahorro de $2.80.
La aparente incongruencia responde, según la AAA, al nuevo modelo de factura, que integró el Cargo Por Cumplimiento Ambiental y Regulatorio y el llamado Cargo Especial al cargo base. De esa forma, en la nueva factura el consumidor únicamente verá reflejado los cobros por el cargo base y el cargo por consumo.
En pasadas semanas, representantes del Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático sometieron una medida, que contaba con el apoyo del gobernador Pedro Pierluisi, dirigida a mitigar los inminentes aumentos en las utilidades. No obstante, el proyecto, que hubiera transferido $145 millones de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado a la AEE y otros $20 millones a la AAA, se quedó corta de aprobación en la Cámara de Representantes.
Séptimo aumento al hilo
Una vez el Negociado de Energía ordenó el aumento tarifario para el trimestre de julio a septiembre, que implicará un costo de 33.4 centavos por kilovatio hora, se convirtió en el séptimo consecutivo para los clientes de la red eléctrica, incluyendo cinco desde que Luma Energy asumió como operador de transmisión y distribución.
El ajuste de casi 4.6 centavos aprobado anoche es incluso mayor al de 3.3 centavos que el Negociado de Energía avaló en marzo para el trimestre de abril a junio. El último aumento en la factura derivó en un costo de 28.82 centavos por kilovatio hora para los clientes residenciales.
Actualmente, un cliente que consuma 800 kilovatios hora al mes recibirá una factura de $230.59. Al aprobarse el incremento de 15.9%, ese mismo consumidor pagaría una factura de $267.21 a lo largo del trimestre entrante.
Junta se encamina a aprobar su presupuesto
Por otro lado, ayer, a un día de concluir el año fiscal, el liderato de ambos cuerpos legislativos parecía estancado en el intento de lograr un acuerdo para dar paso a una resolución presupuestaria.
Ya desde el martes, luego de que las cámaras incumplieran con el plazo fijado para el 27 de junio, la JCF había adelantado que hoy estaría certificando un presupuesto, independientemente de las acciones del gobierno electo.
Ayer el primer ejecutivo, mientras todavía se producían las negociaciones entre la Cámara de Representantes y el Senado, advirtió de los riesgos que implicaba que la JCF aprobara unilateralmente su versión de presupuesto.
La JCF, anteriormente, ha insistido en que se apruebe un presupuesto general de $12,426 millones, al tiempo que el ejecutivo presentó una propuesta por $12,573 millones y la Legislatura se disponía a dar paso a una versión por $12,473 millones.
Al cierre de esta edición seguían las negociaciones en el Capitolio.