Son cientos los casos documentados en el que migrantes de todas partes del mundo, intentan cruzar la frontera México- Estados Unidos, para buscar un mejor futuro, pero son capturados o en el peor de los casos mueren ahogados.
Este fue el caso de José Gregorio Flórez y Angie Madelaine Gutiérrez Aguilar, quienes llegaron a Cartagena en 2018, ante la crisis social que su país natal, Venezuela, aún vive.
Familiares le contaron al medio El Universal que Flórez tenía un talento innato para la música salsera y en especial el timbal. Sin embargo, a su llegada tuvo que recurrir a trabajos como barrer terrazas, ser vigilante, albañil y mototaxista, para subsistir.
Pero esto no era suficiente para los proyectos que ambos querían construir y por ello el pasado 18 de mayo decidieron emprender la travesía para lograr el ‘sueño americano’.
Primero, llegaron a Panamá, donde salieron hacia Honduras y de allí a México. “Iban con un grupo de personas de diferentes lugares. Pasaron selvas, caminaron mucho hasta llegar al norte de México. Los ayudaban los llamados ‘coyotes’, le contó un familiar al mismo medio.
El día de la tragedia
El pasado 24 de junio a las 7:30p.m., Angie y José llegaron al Río Bravo, para finalmente tocar tierra en el país norteamericano. Iba con otros grupos y de tres en tres iban pasando el afluente.
Cuando fue el turno de ellos, lastimosamente se abrió las puertas de una represa cercana y creció la corriente más de lo normal. La primera que pasó fue ella, pero resbaló con unas piedras, siendo arrastrada por el agua. Es en ese momento en que su pareja se lanza a salvarla, pero ambos se pierden rápidamente.
“Desde ese día los estábamos buscando, pensábamos que las autoridades los tenían detenidos, pero el 16 de julio nos llamaron unos ‘coyotes’ a decirnos que estaban muertos, que mi hermano intentó salvar a su mujer y el agua se los llevó”, dijo la familiar a El Universal.
El cadáver de Angie sigue aún sin encontrarse. Mientras que el de José fue hallado en la población Piedras Negras de México. Su familia narró que para su repatriación les cobran $2,000, pero no cuentan con ese dinero y desde la Embajada no les dan respuesta. “Queremos que se pongan la mano en el corazón, él no merece estar en una fosa común”.
Según un reportaje del medio DW, más de 6.000 migrantes han sido reportados como desaparecidos o muertos en América desde 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El 60 % de los decesos tuvieron lugar en la frontera entre México y Estados Unidos. Mientras que unas 1.750 personas murieron ahogadas, en el río Bravo, frontera natural entre México y Estados Unidos, la falta de agua, alimentos y de un sitio para quedarse costó la vida a 861 personas.