Ni el Departamento de Salud ni la Administración de Seguros de Salud (ASES) conocen con precisión la cantidad de personas sin seguro médico en Puerto Rico, mientras que las iniciativas para extenderle una cobertura a esta población apenas comienzan.
En entrevista con Metro, el secretario de Salud, Carlos Mellado López, y la directora ejecutiva de ASES, Edna Marín Ramos, estimaron que la cifra de personas sin cobertura médica rondaría entre 240,000 a 300,000 personas, o lo mismo que entre el 10% al 13% de la población. Sin embargo, reiteraron que el número exacto es difícil de puntualizar por una serie de factores, como la pérdida de empleo, la migración y la acogida a la tarjeta de salud del gobierno, Plan Vital.
En una columna de opinión publicada esta semana en Metro, el exdirector de Salud del Municipio de San Juan y estudioso de modelos de sistemas de salud, Ibrahim Pérez, planteó una drástica reducción del seguro de salud asociado al empleo. Pérez utilizó un dato provisto por el comisionado de Seguros Alexander Adams en una entrevista de prensa reciente para calcular en 600,000 las personas sin seguro de salud en Puerto Rico. El dato que utilizó el médico para el cálculo fue de unos 642 mil puertorriqueños con seguro médico asociado al trabajo y lo comparó con el estimado poblacional de la Encuesta del Censo para el año 2021, así como con los otros grupos bajo cubiertas de seguros de Medicare y Medicaid. Sin embargo, ni Adams, ni el secretario de Salud proveyeron a este medio una cifra oficial de personas sin seguro médico o con seguro patronal o comercial.
“Es algo que siempre ha sido como medio complicado, porque es un número que fluctúa bastante, máxime cuando se hicieron, por ejemplo, unos cambios en donde se aumentó el nivel de pobreza de Vital (para poder cualificar) de 55 a 85 por ciento”, subrayó Mellado López.
El Secretario de Salud añadió que la política pública del gobernador Pedro Pierluisi Urrutia yace en aumentar ese nivel de pobreza a 100% con el fin de ampliar la cobertura. No obstante, Salud no puede elaborar esa ni cualquier otra propuesta porque carece de la capacidad económica para hacerlo y depende del dinero que el Congreso de los Estados Unidos decida asignar.
“Nosotros siempre vamos a estar a la expectativa de cuánto dinero federal nos van a dar. En los últimos años hemos visto que solamente nos dan un año. O sea, yo tengo que partir de la premisa que el año que viene a lo mejor no tengo el dinero. (...) Yo sé que mucha gente ha planteado diferentes modelos, pero se tiene que entender que el modelo que se haga tiene que ser aprobado por el gobierno federal, porque es quien nos está dando la gran mayoría de dinero”, lamentó Mellado López, al indicar que el costo del sistema de salud ronda los $4,200 millones.
Datos de ASES apuntan a que hay 1,277,348 beneficiarios del Plan Vital. A esto se le suma la incidencia de los planes comerciales, también conocidos como los planes médicos privados, que rondan las 600,000 a 700,000 personas cubiertas.
Así se dividen los asegurados en Plan Vital:
- First Medical: 324,569
- Menonita: 172,759
- MMM: 318,927
- Triple S: 461,093
Este medio solicitó los datos anuales de la cantidad de personas aseguradas bajo programas administrados por el gobierno desde la aprobación de la Reforma de Salud en 1993, pero no se habían recibido al cierre de esta edición.
De acuerdo a Marín Ramos, otra alternativa sería incluir una cubierta menos costosa dentro de Vital para alcanzar a ese 10% de la población que está desprovisto, pero no es una propuesta para un futuro inmediato, porque requeriría “un andamiaje”, análisis y presupuesto que no se tienen.
“Queremos ver de qué manera podemos establecer algo para achicar ese número lo más posible. Requiere una conversación, requiere hacer un proyecto que lo tenemos, lo tenemos ya algo pensado y queremos ver, entonces empezar a trabajarlo y entonces estimar a nivel actuarial cuánto sería el costo para ver si pudiéramos hacer eventualmente alguna alianza en conjunto con el sector privado, que son nuestras aseguradoras en el mercado privado, que nos puedan apoyar a desarrollar un proyecto, un producto en esta dirección a menor costo de lo que ellos tienen ya en una póliza regular afuera en el mercado”, describió Marín Ramos.
Los funcionarios de Salud y ASES subrayaron que ningún centro de salud puede negarle un servicio a una persona, aunque no cuenten con plan médico. De la misma forma, resaltaron la labor que realizan los Centros 330 en distintos municipios y lo mencionaron como una alternativa de cuidado, aunque limitado.
Quiénes son
Según el comisionado de Seguros, Puerto Rico es una de las poblaciones donde la mayor parte de la población (el 90%) tiene un plan médico. De esos, el Plan Vital compone el 45%.
En cuanto a las personas no aseguradas, de acuerdo al Comisionado, ese grupo se compone principalmente de jóvenes universitarios de clase media y media baja.
“Son personas que están dentro de la fuerza trabajadora pero sus ingresos no son lo suficiente como para poder sufragar de su bolsillo el costo de prima de un plan médico privado y generan ingresos mayores del estándar requerido para cualificar para el Plan Vital. Ciertamente, pues es algo que hay que atender, en la medida de que tenemos que buscar alternativas para que la totalidad de la población tenga acceso a una cubierta médica”, afirmó Adams.
Para Adams, una de las alternativas sería flexibilizar los estándares de regulación federal con tal de ampliar la elegibilidad al Plan Vital, opción que queda enteramente en manos del Gobierno de los Estados Unidos, o crear cubiertas menos abarcadoras y más económicas.
Disminuye el seguro médico laboral
De acuerdo a Mellado López, otra variable a considerar es aumentar el incentivo a patronos para las aportaciones al seguro médico de sus empleados. Empero, tampoco cuenta con los datos para garantizar su ejecución exitosa.
En esa línea, tanto Mellado López como Marín Ramos confirmaron que las aportaciones patronales al plan médico han disminuido de manera considerable.
“Sí, definitivamente ha disminuido. Pero, por ejemplo, ahora mismo creo que (la aportación) está entre 100 y 150 dólares. A lo mejor la persona puede poner 100, 150 dólares más y es más o menos la prima que tenemos. Tenemos una prima de 240 o de 245 dólares por mes. O sea, depende. Hay que hacer un estudio de cuánto sería el costo de esa población que no está segura de cuánto sería el riesgo que se debería asumir”, planteó Mellado López.
Para el secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), Gabriel Maldonado González, el ofrecimiento del plan médico es un activo en las ferias de empleo y “en muchas instancias los patronos ofrecen más de los mínimos requeridos por ley en términos de salarios y beneficios, con el objetivo de ser más competitivos en el mercado laboral”.
El Secretario añadió que, según la Encuesta de Destrezas y Ocupaciones en Mayor Demanda realizada por la Secretaría Auxiliar de Estadísticas y Publicaciones del DTRH, un 22.8% de 4,000 patronos entrevistados en 2020 proveyeron plan médico a sus empleados de nuevo reclutamiento.
El número es el porcentaje más alto en el renglón de los “beneficios” del empleo, ya que solo un 13.1% ofreció más de 15 días de vacaciones, un 12.6% otorgó un bono de productividad y un 11.8% dio seguro de vida y plan de retiro.
“Estímulos como mejores salarios, el plan médico, bonos de reclutamiento y oportunidades de crecimiento, entre otros asuntos no económicos como adiestramientos, reconocimiento de desempeño y alternativas de trabajo remoto o híbrido, también surten efecto al momento en que un aspirante llega a las ferias de empleo o de otro modo realiza su búsqueda de opciones de trabajo que redunden en beneficio para ellos”, planteó Maldonado González.
Manuel Guillama Capella colaboró en esta historia.
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