El secretario del agricultura, Ramón González Beiró, dijo hoy que el dinero que se buscar generar del propuesto aumento al café vuelve a los caficultores como incentivos y negó que vaya a ser destinado a cuadrar las arcas del Departamento de Agricultura (DA).
Según el secretario, de cada dólar que se genera de la compra-venta de café se destina a incentivar y subsidiar a los agricultores, específicamente a la industria de café. Indicó que al año, a la industria se le inyecta alrededor de $10 millones tanto en fertilizantes, subsidios salariales y siembras nuevas.
“Estamos auspiciando sin costo alguno 1,700,000 árboles este año al igual que el año pasado, así que eso no es correcto. He escuchado que utilizamos ese dinero para gastos operacionales, el de nómina, y la nómina del DA viene del fondo general, así que esos dineros, específicamente, se utilizan para incentivar la propia industria”, aclaró.
González Beiró refirió al Departamento de Asunto al Consumidor (DACO) la evaluación de un aumento de un 37% o 40% al precio del café. Según el secretario esta evaluación debe realizarse por DACO cada cinco años y actualmente van siete.
En el caso del café que se produce en la Isla, Gonzalez Beiró explicó que lo que se busca es que se garantice en el precio mínimo a los agricultores lo que se pagó en la cosecha del año pasado y lo que se paga actualmente en el campo.
“El Departamento de Agricultura importa la diferencia de café que se consume en Puerto Rico y le vende a los torrefactores, pero el mercado mundial de café también ha tenido un efecto inflacionario donde estamos pagando el café prácticamente al mismo precio y a veces por encima de lo que lo vendemos a los torrefactores y en ese sentido hemos pedido un ajuste al precio para poder seguir operando y mantener un precio competitivo en la góndola finalmente, que es donde el consumidor compra y adquiere su harina de café”, dijo.
Manifestó que en la Isla se vende el café más barato porque no paga el arancel de $250 el quintal que debe hacer el torrefactor que importa por estipulación de una disposición congresional de 1930. “Aun con el aumento que estamos solicitando estaríamos por debajo de lo que fuera el precio si los torrefactores importaran el café”, dijo.
