El gobernador aseguró que si para el 30 de noviembre no se reestructura la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica, sería decisión de LUMA mantener o no su contrato suplementario.
El contrato suplementario establece reglas de operación en lo que ven cómo va el proceso de Título 3 (Ley PROMESA).
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“El primero de diciembre, no importa lo que suceda, LUMA va a estar rindiendo servicio en Puerto Rico”, dijo el gobernador en conferencia de prensa.
“Ese acuerdo se firma cuando ya teníamos ese proceso en curso y con miras a que ya estaría terminado el 30 de noviembre. Si ese acuerdo expira por sus propios términos entonces comienza a aplicar el contrato base, el contrato de 15 años de LUMA”, según indicó Pierluisi.
Añadió que el contrato base no ha comenzado a aplicar en ciertas áreas porque así lo dispone el contrato suplementario. El gobernador dijo también que no cree que se otorgue una extensión al contrato suplementario.
“Eso se estableció. Ese acuerdo se firma, cuando ya teníamos ese proceso en curso y con miras a que ya estaría culminado para el 30 de noviembre. El acuerdo expira el 30 de noviembre y si ese acuerdo expira por sus propios términos, entonces comienza a aplicar el contrato base, el contrato de 15 años de LUMA. Ese contrato no ha comenzado a aplicar en ciertas áreas porque así lo dispone el contrato suplementario o el acuerdo suplementario”, añadió.
“Lo que yo vislumbro es básicamente aquí hay 2 escenarios: un escenario, es que llegado el primero de diciembre, LUMA continúa rindiendo servicios, pero bajo el contrato base, conforme a los términos del contrato base, todos los términos, incluyendo los que se pusieron en suspenso o se modificaron por vía de ese acuerdo suplementario. Ese es un escenario. El otro escenario, es que LUMA opte por solicitar la cancelación del contrato, por qué no se cumplió una condición resolutoria que tiene el contrato base. La condición resolutoria es que se culmine el proceso de la quiebra el proceso del Título tres. LUMA tendrá la opción de decir, pues no vamos a continuar rindiendo servicios bajo el contrato. Si esa fuera su decisión, lo que sucede es que entonces inmediatamente entran en un proceso de transición y esa condición se incluye a solicitud de LUMA, porque obviamente le inquietaba la quiebra”, expuso.
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“Y si tuviéramos un proceso de transición, para que todos entiendan, cuánto duraría ese proceso de transición, pues el tiempo que le tomaría a la Autoridad de las Alianzas Público Privadas llevar a cabo otro proceso de Alianza Público Privada para identificar, seleccionar y contratar a un sustituto para LUMA. LUMA se ocupa del sistema, se le pagan por sus servicios como se le pagó en transición antes de que asumiera control del sistema que fue el primero de junio del año pasado”, mencionó.
Según el gobernador, en esa alternativa, el costo por administrar el sistema eléctrico en lo que se consigue el sustituto sería mayor. Actualmente, LUMA cobra 115 millones según el contrato, pero si el consorcio (que el gobernador insistió es el único que puede decidir) decide cancelar el contrato, habría que pagarle entre 180 a 200 millones mientras dure la transición a un nuevo operador.
“Si caemos en una transición de esa naturaleza, las obras de transformación o de reconstrucción en la red se afectarían, se dilatarían, porque entonces no tendríamos nuevas obras de reconstrucción. Si acaso, lo que tendríamos es que culminen las que ya están en curso que eso tendría serias repercusiones para el sistema eléctrico en Puerto Rico. Algunos pues realmente a la ligera se ponen a hablar de cancelación y realmente no han analizado las consecuencias. Yo las tengo bien claras”, concluyó.