El Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) visitó más de 100 establecimientos de comida rápida en toda la isla para recordar las normas de protección de los consumidores que estos negocios deben acatar.
“En las pasadas semanas hemos recibido diferentes tipos de confidencias en torno a acciones u omisiones en los establecimientos de comida rápida, por lo que entendimos oportuno organizar un recorrido enfocado en orientar en torno a la normativa que este tipo de comercio debe cumplir”, aclaró el secretario del DACO, Edan Rivera.
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Según el funcionario, las mayores quejas que el DACO ha recibido de parte de los consumidores han sido en torno a doble precio; esto es, una cantidad anunciada en los rótulos ilustrativos, y un precio distinto al momento de pagar.
“También hemos recibido bastantes confidencias respecto a la no entrega de recibos, y anuncios de productos no disponibles en el local”, precisó Rivera Rodríguez, quien añadió que el agrandar los combos de alimentos sin preguntar es otra queja reiterada.
De otra parte, el secretario explicó que, entre toda la normativa aplicable a estos comercios, una de las más importantes es la relacionada a la divulgación de información nutricional.
“Desde el 2007, la reglamentación del DACO obliga a detallar el contenido calórico, grasa total, colesterol, sodio y carbohidratos de cada producto de los ‘fast foods’, con el fin de que los consumidores puedan tomar decisiones informadas respecto a este tipo de alimentos”, sentenció el funcionario.
Rivera indicó que el pasado 24 de agosto se dio peso de ley a la obligación de divulgar información nutricional. “Según dispuesto por la recientemente aprobada medida, a partir del próximo año estas normas también serán de aplicación a algunos restaurantes”, puntualizó.
Otros aspectos en torno a los cuales el personal del DACO orientó fue el derecho a cambiar el refresco con agua en todo combo de alimentos que incluya bebidas, así como la normativa aplicable sobre alternativas de pago, y prácticas y anuncios engañosos.