El personal del Séptimo Distrito de la Guardia Costera en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos evalúan hoy los puertos y los cuerpos de agua afectadas por las secuelas del huracán Fiona.
Actualmente, todos los puertos de Puerto Rico están abiertos al comercio, y el puerto de San Juan estará abierto solo durante el día.
Durante la Condición Portuaria CUATRO, las instalaciones portuarias están abiertas a todo el tráfico de embarcaciones comerciales y las operaciones de carga pueden reanudarse, incluido el abastecimiento de combustible y el aligeramiento. Se recomienda a todos los navegantes que tengan cuidado debido a los escombros flotantes e informen cualquier anomalía a la Guardia Costera.
Los navegantes pueden ver las últimas actualizaciones del puerto en el sitio del puerto base de la Guardia Costera.
Mientras Fiona continúa viajando a través de las islas del Caribe y hacia el Atlántico, la Guardia Costera le recuerda al público estos importantes mensajes y advertencias de seguridad:
- Mantente fuera del agua. Las capacidades de búsqueda y rescate de la Guardia Costera se degradan a medida que se fortalecen las condiciones de la tormenta. Esto significa que la ayuda podría retrasarse. Los navegantes deben prestar atención a los avisos meteorológicos, advertencias y avisos de embarcaciones pequeñas.
- Evacúe según sea necesario. Si se establecen evacuaciones obligatorias para un área, el público debe evacuar sin demora. Es posible que el personal de la Guardia Costera y otros servicios de emergencia no puedan evacuar o rescatar a las personas en peligro durante la tormenta.
- Asegure las pertenencias. Se insta a los propietarios de embarcaciones grandes a trasladar sus embarcaciones a puertos deportivos interiores donde serán menos vulnerables a soltarse de sus amarras o sufrir daños. Las embarcaciones remolcables deben sacarse del agua y almacenarse en un lugar que no sea propenso a inundaciones. Se recuerda a quienes dejen sus botes en el agua que se quiten las EPIRB y se aseguren los salvavidas, chalecos salvavidas y botes pequeños. Estos artículos, si no están debidamente asegurados, pueden soltarse y desviar valiosos recursos de búsqueda y rescate para garantizar que las personas no estén en peligro.
- Manténgase alejado de las playas. Las alturas de las olas y las corrientes generalmente aumentan antes de que una tormenta toque tierra. Incluso los mejores nadadores pueden ser víctimas de las fuertes olas y las corrientes de resaca causadas por los huracanes. Los bañistas deben mantenerse alejados de las playas hasta que los socorristas locales y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley digan que el agua es segura.
- Estar preparado. Los residentes del área deben estar preparados desarrollando un plan familiar, creando un kit de suministros para desastres, teniendo un lugar a donde ir, asegurando su hogar y teniendo un plan para las mascotas. Puede encontrar información en Ready.gov.
- Mantente informado. El público debe monitorear el progreso y la fuerza de la tormenta a través de la televisión, radio e Internet locales. Los navegantes pueden monitorear su progreso en el canal de radio VHF 16. También se puede obtener información sobre avisos y advertencias para embarcaciones pequeñas en el canal de radio VHF 16.
Las personas en peligro deben usar el 911 para solicitar asistencia siempre que sea posible, o el canal de radio VHF 16 para los marineros. Las redes sociales no deben usarse para informar angustia.