Un centro de envejecientes en Fajardo que aún mantiene las tormenteras pegadas a sus ventanas mantiene a sus residentes con poca ventilación y bajo condiciones precarias, denunció hoy, lunes, una residente de la comunidad Puerto Real.
De acuerdo a Elba Dávila García, el Hogar Jonathan, ubicado en el barrio Jerusalén de dicho municipio, ha mantenido plegada las tormenteras que instaló ante el paso del huracán Fiona, hace más de una semana, y al no bajarlas sus residentes han tenido que enfrentar brotes de calor que podría afectar las condiciones preexistentes que ya enfrentan.
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De igual forma, tampoco han utilizado el aire acondiciones instalado, pese a que el área ya cuenta con el servicio de agua y electricidad.
“En ese lugar pusieron las tormenteras por el paso de Fiona, pero aún no las han sacado, especialmente en el segundo piso. Le tienen abanicos. Hay aires, pero esos aires los prendieron solo una vez, no prenden. No se sabe si están dañados y tienen abanicos, pero son pocos. A veces le abren la puerta para que le entre aire, pero no entra porque no hay salida”, sostuvo Dávila García, quien obtuvo la información mediante varias confidencias.
La líder comunitaria envió múltiples imágenes a este medio que fueron tomadas ayer en el que se observa las ventanas del edificio con las tormenteras a pleno sol del mediodía.
Como resultado del calor, varios residentes y empleados han experimentado picor en la piel asociado con las altas temperaturas.
“Aquí en Fajardo hay luz y agua, no entiendo por qué todavía están las tormenteras”, expresó Dávila García.
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Este medio intentó múltiples veces contactar al Hogar de Envejecientes Jonathan, pero la comunicación resultó infructuosa.
Del mismo modo, Metro Puerto Rico también espera por la contestación del Departamento de la Familia, cuyo portavoz de prensa no ha contestado llamadas ni mensajes de texto.