El arzobispo de San Juan, monseñor Roberto González, se unió a las voces que piden al gobierno de los Estados Unidos que exima a Puerto Rico de la Ley Jones (leyes de cabotaje) para permitir la entrada de embarcaciones extranjeras que brinden productos necesarios como diesel en momentos de emergencia como el que ha provocado el huracán Fiona.
En una carta enviada el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el arzobispo apoyó la solicitud del gobernador Pedro Pierluisi y la Cámara de Representantes para que se otorgue una dispensa temporal a la isla y pueda recibir este tipo de embarcación.
“Actualmente, hay un barco en nuestra costa sur que partió de Texas con alrededor de 300,000 barriles de combustible diésel muy necesario, que estaba programado para llegar el domingo por la noche, pero hasta ahora no ha podido atracar debido a las restricciones establecidas por una ley de envío de acuerdo con la Ley Jones. Lo que se necesita para descargar el combustible es una dispensa de esta Ley”, lee la carta.
“Apoyo la solicitud del Gobernador de nuestro Estado Libre Asociado y de esos Representantes y Senadores de pedirle respetuosamente a renunciar temporalmente a la Ley Jones. Esta exención permitirá que Puerto Rico se recupere más rápidamente. Si esto no se atiende de inmediato, enfrentaremos una crisis más profunda en Puerto Rico”, añade.
Más temprano, el gobernador solicitó al presidente Biden, una dispensa de la Ley Jones para que Puerto Rico pueda recibir este tipo de embarcación.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, solicitó mediante una carta al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, una dispensa temporera a la Ley Jones (ley de cabotaje) para que embarcaciones con bandera extranjera provenientes de los Estados Unidos Unidos puedan transportar combustible a la isla.
En la carta el gobernador, expresa que como consecuencia de la emergencia ocasionada por el huracán Fiona que afectó el sistema eléctrico de Puerto Rico, ha incrementado significativamente la demanda de combustible en la Isla.
El gobierno de Puerto Rico, en colaboración con FEMA, está comprando y distribuyendo diésel a las instalaciones críticas, al mismo tiempo que ha aumentado la demanda entre los ciudadanos y las industrias, lo que afecta la disponibilidad del mismo. Por estas razones, los distribuidores informaron que el suplido de diésel está disminuyendo rápidamente y antes de lo anticipado.
“Estoy solicitando al Departamento de Seguridad Nacional una dispensa temporera a los requerimientos de la Ley Jones para asegurar que tengamos abastos suficientes de combustibles como el diésel, y así no se comprometa el servicio de energía eléctrica en ninguna facilidad crítica, a la vez que las empresas también pueden garantizar la continuidad de sus servicios”, sostuvo el gobernador Pierluisi.