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Persiste problema de construcción informal en la isla

El colegio de ingenieros y agrimensores nuevamente alertó sobre los peligros de este tipo de construcciones luego del saldo del huracán Fiona

El paso del huracán Fiona por la isla puso al descubierto nuevamente el grave problema de construcción informal que existe en Puerto Rico, así opinó un panel de expertos durante una mesa redonda en el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico (CIAPR) donde se discutieron las inquietudes con respecto a los daños en la infraestructura del país luego del fenómeno.

Según explicó el presidente del CIAPR, el ingeniero Faustino González Quiles, la cantidad histórica de lluvia reportada en la región central, sur y suroeste causó daños catastróficos, en especial a viviendas de personas de escasos recursos construidas en zonas susceptibles y sin los permisos requeridos.

“Fiona fue un evento de mucha agua en poco tiempo que impactó toda la infraestructura civil de una manera que no habíamos visto en años”, señaló González Quiles. “Eso ha destapado los problemas que llevamos años denunciando sobre las construcciones informales”.

“El cambio climático llegó para quedarse y tenemos que entender que cada año va a ser un poco más fuerte. Debemos atemperarnos para mitigar lo mayor posible”, añadió.

Según se indicó, la realidad de la crisis climática obliga a que los códigos de construcción sean revisados con mayor frecuencia para atemperarlos a las realidades del clima. El Código de Construcción vigente en Puerto Rico data de 2018 y representó la primera revisión significativa desde el año 2011.

No obstante, el grupo coincidió en que la realidad actual obliga a hacer revisiones del código con más frecuencia ante la necesidad de atemperarlo a las nuevas proyecciones sobre el daño causado por la alta precipitación durante eventos atmosféricos.

“Uno de los aspectos que se revisó en los códigos debido al paso de María fueron los vientos huracanados porque fue un requerimiento de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) el que se revisara la resiliencia ante vientos huracanados para que entonces las ayudas pudieran entrar y se considerara los nuevos criterios que traía este evento”, explicó por su parte el ingeniero estructural Antonio Jiménez Quiñones.

“Pero uno de los aspectos en que coincidimos que se debería revisar con urgencia es el tiempo de recurrencia de diseño de lluvia. Con Fiona pasó que la lluvia que normalmente cae en cinco meses cayó en 48 horas, así que eso amerita reevaluar los criterios de diseño para muchas cosas, entre ellos puentes, carreteras, localización de plantas potabilizadoras de agua y otras”, indicó.

Por su parte, la ingeniera Hanna Rodríguez, quien lidera la Comisión de Desastres del CIAPR señaló la importancia de educar a la ciudadanía sobre las inundaciones temporeras, basadas en lluvias intensas, que, diferencia de la marejada ciclónica, es un tipo de inundación que causa diferentes tipos de daños.

“El tema de las inundaciones temporeras o de larga duración es bien importante que lo conozcamos en Puerto Rico como comunidad. Hay áreas que se inundaron con Fiona que no se inundaron con María, así que esos son temas que tenemos que entender y recibir todos los datos posibles de las agencias concernientes y de la rama científica, que son los que pueden crear esas proyecciones que nosotros, a su vez, utilizamos para hacer los códigos.”, indicó Rodríguez.

Los expertos indicaron además que para crear estos análisis utilizan dos herramientas, la primera son los niveles de inundación de los mapas trabajados por FEMA y otra publicación de mapas a nivel del gobierno local donde se establecen niveles de inundación en ciertas áreas de acuerdo con la cercanía de cuerpos de agua o a la costa y cómo afectaría entonces la capacidad del suelo.

Costos onerosos

Los ingenieros reconocieron que los costos de estos estudios para construcción de estructuras pueden ser lo suficientemente onerosos como para evitar que personas de escasos recursos tengan acceso a estos servicios. Asimismo, descartaron un retrofitting, o reacondicionamiento, de todas estas estructuras informales que ya existen y aseguraron que un diseño generalizado es imposible a cada estructura tener sus particularidades específicas.

“Ya las casas que están construidas”, indicó por su parte José Despiau Ramírez, ingeniero civil geotécnico. “Tendríamos que entrar entonces en un retrofitting, y eso no es obligado por el código además de que podría ser bastante costoso por la gran cantidad de variaciones de suelo que hay en Puerto Rico”.

“El diseño tampoco se puede generalizar. O sea, no existe un diseño universal que aplique a todas las localidades. Cada proyecto tiene sus particularidades y ahí entramos nosotros a hacer las pruebas pertinentes y basado en eso hacemos nuestras recomendaciones”, añadió.

No obstante, los ingenieros señalaron que no necesariamente las personas tienen que contratar los servicios de un ingeniero profesional sino tienen los medios. El CIAPR ofrece guías gratuitas sobre construcción que pueden ser utilizadas para informar al publico antes de tomar la decisión de construir o, en caso de ya tener la construcción realizada e identificar algún vicio en el diseño, poder tomar acción.

“Tenemos aquí en el CIAPR documentos gratuitos donde ofrecemos criterios generales sobre las construcciones, unas guías donde orientamos al público de manera gratuita para que no necesariamente tengan que contratar los servicios de un ingeniero, pero que puedan venir aquí y tener una idea básica de los riesgos antes de tomar la decisión de construir en algún lugar”, indicó Despiau Ramírez.

“Si la estructura que ya tienen sobrepasa ciertos aspectos que se mencionan en esas guías, entonces la recomendación es que contraten a un profesional competente”, añadió.

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