ROMA (AP) — Este jueves comenzaron las consultas formales para formar un nuevo gobierno en Italia, pero las diferencias entre los aliados de derecha sobre Rusia y Ucrania corren el riesgo de socavar las promesas europeístas y a favor de la OTAN de la posible coalición gobernante.
El presidente Sergio Mattarella invitó a los líderes parlamentarios y de partido a una serie de conversaciones privadas el viernes en el Palacio del Quirinal antes de dar la orden formal de formar un nuevo gobierno tras las elecciones del 25 de septiembre.
Giorgia Meloni —cuyo partido Hermanos de Italia, con un 26%, fue el que más votos obtuvo— está ansiosa por convertirse en la primera líder de la extrema derecha italiana en encabezar un gobierno desde el final de la Guerra Mundial y la primera mujer en el cargo de primer ministro. Pero el júbilo de Meloni por la victoria electoral de su partido se ha visto atenuado por las opiniones de simpatía del exprimer ministro Silvio Berlusconi hacia el presidente ruso Vladimir Putin. La popularidad de Forza Italia, el partido de centroderecha de Berlusconi, ha caído.
Mattarella dará la orden de forjar un gobierno en las horas o días posteriores a la reunión del viernes donde están convocados Meloni, Berlusconi y la otra gran figura de la derecha política de Italia, el líder de la Liga, Matteo Salvini, quien ha cuestionado las sanciones occidentales contra Rusia.
El presidente ha dejado en claro que Italia necesita un gobierno que impulse rápidamente medidas para aliviar la carga de los altos costos de la energía sobre los bolsillos de los italianos. Mattarella también ha insistido en que Italia debe apoyar a la Unión Europea y a Occidente contra Rusia debido a la guerra en Ucrania.
En vísperas de las consultas en el Quirinal, Meloni le dio un ultimátum a Berlusconi sobre la política exterior del gobierno que pretende encabezar.
“Quien no esté de acuerdo con esta piedra angular no podrá ser parte del gobierno, incluso si eso significa no tener gobierno”, dijo Meloni en un comunicado emitido por su partido, cuya plataforma electoral destaca el apoyo incondicional a Ucrania.
La semana pasada, Berlusconi, claramente irritado porque ya no domina la derecha de Italia, dejó a la vista notas en el Senado donde ridiculizaba con garabatos a Meloni retratándola como presuntuosa, mandona y arrogante.
A lo largo de la campaña electoral, Berlusconi, quien, cuando era primer ministro, socializaba en Italia y Rusia con Putin, insistió en que era un defensor inquebrantable de la OTAN y Estados Unidos.
Pero esta semana surgieron audios donde Berlusconi expresa su simpatía por Putin y parecen revelar lo contrario, corriendo el riesgo de sabotear cualquier coalición.