Cada década supone una generación, nuevas experiencias, nuevos retos y aprendizaje. El paso de una década simboliza un rito de transición, marca el término de una etapa y el principio de otra en la vida de los seres humanos y de las instituciones.
De acuerdo con el sociólogo César Rey, desde el punto de vista antropológico y sociológico, el deseo de celebrar y reconocer los años nos lleva a pasar revista sobre el tiempo transcurrido, afinar lo que se tenga que afinar y mirar con optimismo el futuro.
Celebramos los diez años porque diez años es lo que nos imponemos como medición, explicó.
“Ningún proyecto serio se puede medir antes de diez años. Diez años suponen una transición de haber pasado por procesos de aprendizaje, de haberse propuesto unas hipótesis, un proyecto y una ilusión, y empezar a corroborar si se puede andar en esa dirección. Siempre uno tiene que hacer arreglos y afinar aquello que pensó que iba a funcionar pero no funcionó, establecer estrategias porque el público cambió, empezar a entender que la idiosincrasia del país impone también unas reglas de juego en esos diez años, y que, si uno logra ajustarse a los retos que vienen, puedes tener éxito en el proyecto que sea”, contextualizó el experto.
A modo de ejemplo, planteó que los grandes desafíos enfrentados en los últimos diez años, como los fenómenos atmosféricos, los terremotos, y la pandemia, obligatoriamente trastocaron cualquier plan original.
Estos sucesos, a su vez, dejan de manifiesto un impacto en la psiquis colectiva del país, que a su entender está ávida de “congraciarse y celebrar”.
En ese aspecto, el ex secretario del Departamento de Educación también enumeró algunos de los detonantes que pudiesen impulsar la necesidad de pausar, festejar y hasta pasar la página. Entre ellos destacó las condiciones de precariedad que se viven en el archipiélago, el aislamiento social por la pandemia, las incidencias de personas con depresión, la violencia de género, el rezago educativo y las secuelas de los huracanes Irma y María (2017), que incluyen la falta e inestabilidad de acceso a servicios esenciales, como la energía eléctrica y el agua potable, así como el colapso de las comunicaciones, el impacto significativo en las instituciones gubernamentales y la supervivencia e inseguridad alimentaria.
“Hablar de celebración es importante porque uno tiene que salir, congraciarse y celebrar lo bueno de la vida. Por eso uno ve tanta gente en la calle y los conciertos se llenan. La gente está deseosa de congraciarse. El aislamiento al que nos vimos sometidos [por la pandemia] fue significativo, no solo nosotros, la humanidad entera pasó por un periodo muy difícil, y hay que celebrar en grande momentos como este, que le dan sentido a la vida. Tenemos también que celebrar logros y este es uno de ellos”, ilustró el catedrático de la Escuela Graduada de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico.
Por otro lado, destacó que diez años tienen la particularidad de servir de emblema de lo que es un periodo lo suficientemente prolongado para poder rendirle cuentas al país.
“El hecho de que estemos hoy celebrando los diez años de un periódico exitoso tiene como premisa que la organización se supo ajustar al país, que supo emprender liderazgo y servirle de eco a sus necesidades y a sus retos y proyectos de vida, que, después de todo, es lo que debe hacer un medio de comunicación. En el caso particular del periódico, que tal vez es el texto sociológico más importante que tiene cualquier país porque levanta el día a día de una operación de cotidianidad, todo lo bueno y lo malo, la cultura, los proyectos de vida y los proyectos emblemáticos para esa cultura. Me parece que Metro recoge todas las anteriores”, consideró.
Además, mencionó que al momento de celebrar una década es necesario “evaluar planes, perpetuar o corregir lo que se tenga que corregir”.
“Hay cosas que han sido probadamente exitosas y se deberían perpetuar, como los medios de comunicación que pueden ser un arma muy útil para orientar y educar. Tal vez, esta es la parte más importante de esta celebración. Igualmente, desde el punto de vista antropológico y sociológico, todas las sociedades tienen que celebrar, y esos son los ritos de transición. Esto no es un ejercicio matemático, es un ejercicio social y como sociedad somos entes cambiantes, y en el futuro puede que sean distintas”, puntualizó el sociólogo.
Voces de Metro
Félix Caraballo Martínez
CEO de Metro Puerto Rico
Aiola Virella
Editora en jefe, Metro Puerto Rico
