Presentado por:

Logotipo
Noticias

Lenguaje para la inclusión: Ivelisse Santiago defiende sus sueños “igual que los oyentes”

Te presentamos cinco historias de personas sordas que demuestran que hay señas que dicen más que mil palabras. El reto es saber reconocerlos.

Ivelisse Santiago apunta con su cámara en lo que parece ser una demostración de la comunidad sorda.
Ivelisse Santiago Ivelisse Santiago estudió fotografía y artes gráficas. (Suministrada)

Ivelisse Santiago Ortiz nació oyente y a sus tres años se enfermó de meningitis. Quedó sorda. Recuerda que le encantaba bailar y cantar las canciones de Menudo. A los cinco años entró al programa de educación especial en una escuela pública. Pero sus padres dieron con el Colegio San Gabriel, especializado en ofrecer servicios académicos a niños sordos.

PUBLICIDAD

A esa corta edad de cinco años, Ivelisse se vio forzada a conocerse más, pues tuvo que hospedarse en el colegio, lejos de sus padres, ya que no podía viajar todos los días hasta su pueblo natal, Barranquitas.

“Me quedaba en el dormitorio de lunes a viernes. Fue difícil porque era una bebé. En el proceso me enseñaron y me hice independiente. A los 12 años, empecé a viajar de San Juan a Barranquitas todos los días. Mi familia me traía y me buscaba todos los días. Me levantaba a las cuatro de la mañana hasta terminar la escuela superior”.

Ivelisse estudió fotografía, pero quería estudiar más. Estudió artes gráficas y completó un bachillerato.

“Nosotros somos sordos, pero tenemos sueños, metas y objetivos igual que los oyentes. Vivimos en el mismo planeta”, dice, haciendo referencia a la necesidad de que la sociedad puertorriqueña reconozca a la comunidad sorda sin verla como menos.

“Primero, me tengo que aceptar para entender quién soy yo, qué deseo ser yo, cuáles son mis metas. Yo sé que hay muchas paredes que me bloquean, pero es importante prepararse para enfrentar cualquier situación. A veces hay personas que me ignoran, eso me duele. Pero es mejor educar a esa persona. Hay que seguir educando porque todos los días hay retos”.

Cada día es una pequeña vida para Ivelisse. La creatividad es su motor. Ser sorda es una forma de colorear el mundo.

Más perfiles de la serie Lenguaje para la inclusión:

Sobre nuestra edición especial:

*La comunidad escolar del Colegio San Gabriel fue socia en esta iniciativa para una edición especial que destacara la importancia de la inclusión hacia la comunidad sorda en Puerto Rico. Gracias a esta maravillosa escuela.

Tags

Lo Último