Loraine Cuevas es egresada del Colegio San Gabriel y actualmente acumula 13 años como asistente en la institución que la formó académicamente desde kínder. Completó un bachillerato en artes gráficas, pero nunca recibió una oportunidad de empleo en ese campo. “Fue bien difícil”, dice, pues ser sorda era visto como una limitación.
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Para Loraine, la comunicación con los oyentes siempre ha sido un gran reto. El mayor reto de todos. Ir a un banco, por ejemplo, resulta incómodo en muchas ocasiones, pues cuando intenta llevar un mensaje, la gente reacciona sorprendida por no entender el lenguaje de señas. Por tanto, su mayor inquietud cuando piensa en una sociedad más inclusiva es que los oyentes conozcan más de la comunidad sorda, que se adentren en su cultura, que haya equidad y balance. Una de sus mayores ilusiones es que los oyentes se esfuercen un poco más por conocer el lenguaje de señas.
“Nosotros hacemos el esfuerzo de leer los labios y aprender de los oyentes. Quisiera que cuando yo vaya a una tienda no me vean frustrada. Cuando veo a alguien que sabe lenguaje de señas yo me emociono. Por eso me gustaría que se esfuercen por conocer la cultura de la comunidad sorda”.
Su palabra favorita es “ayudar” porque siempre está dispuesta a ayudar a los niños.
“Cada vez que me levanto es un nuevo día para salir a trabajar. Lo positivo para mí es levantarme cada día y seguir hacia adelante”.
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