Víctor Luis Gastón Rivera nació oyente y así vivió hasta los 17 años, cuando perdió la audición y pasó a ser sordo parcial. Comenzó a percatarse de su sordera entre grado 11 y 12. Los maestros observaron que Víctor malinterpretaba las cosas muy fácilmente y recomendaron que su familia lo llevara al médico para ver si todo estaba bien.
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“Y un día había un evento de sordos, una celebración de sordos en Plaza las Américas. Había un letrero que decía ‘clase de lenguaje de señas’. Y fui a observar, pregunté a un hombre que estaba allí y le dije: ‘mire, ¿y esa clase de lenguaje de señas?’. Y él me dijo: ‘¿tú tienes problemas auditivos?’. Mi mamá y yo nos miramos. Le dije que no. Y él: ‘sí, sí, porque cuando tú llegaste aquí empezaste a leer mis labios’. Me dio una tarjeta para ir a radiología y así fue. Tenía pérdida de audición y ese fue el proceso”.
Víctor estudió educación e hizo su práctica con estudiantes sordos. Se hizo maestro de nivel primario. Además, aprendió lenguaje de señas y lleva 25 años siendo intérprete de lenguaje de señas.
“Lo importante es identificar quién tú eres, dónde te sientes más cómodo, qué mundo te puedes encontrar y seguir desarrollando. Lograr tus metas. No importa si las personas hablan cosas negativas. Lo importante es confiar en ti mismo”.
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