Las autoridades arrestaron en horas de la tarde al sospechoso de un robo domiciliario en Carolina en el hogar de una mujer de 83 años que fue golpeada y amarrada.
El hombre fue identificado como Fernando Luis Díaz Rivera de 48 años.
Díaz Rivera es sospechoso del robo domiciliario en la calle Gladiola de la urbanización Jardines de Borinquen en Carolina, reportado el pasado sábado, 19 de noviembre, donde la víctima, una mujer de 83 años, fue golpeada y amarrada por el individuo, quien procedió a robarle su vehículo y dinero en efectivo.
En la tarde de ayer, se recuperó el auto descrito como Nissan Versa Hashback del año 2012, y color rojo, en la calle 87 bloque 81 frente a la casa 9 urbanización Villa Carolina.
La Policía advino en conocimiento de los hechos, luego que recibió una alerta a través del Sistema de Emergencias 9-1-1 sobre un robo, y al llegar los agentes al lugar entrevistaron a la querellante, Esthermida Rivera Doncell, de 83 años de edad.
La perjudicada indicó que el individuo de tez negra, y pelo negro, se presentó en su residencia y le pidió agua. Posteriormente, al reconocerlo como su vecino, le abrió la puerta del garaje y el mismo entró sin autorización.
Al llegar al área de la cocina, la empujó y comenzó a darle golpes con sus manos en el rostro, lo que provocó que cayera al suelo. Una vez ahí, el sujeto la intentó estrangular, y arrastró hasta el cuarto, donde le amarró las piernas.
De acuerdo a la querellante, en medio de los golpes le preguntó dónde tenía dinero y por las llaves del vehículo. La perjudicada le dijo que tenía dinero dentro de su auto, el cual se encontraba en la marquesina, y el mismo se fue y regresó en unos minutos para soltarla. El sospechoso se marchó del lugar apropiándose de un Nissan Versa Hashback, del año 2012, color rojo y de $260.00 dólares en efectivo.
Tras lo sucedido, la querellante caminó a casa de una vecina, quien la socorrió comunicándose al Sistema de Emergencias 9-1-1.
Paramédicos se movilizaron al lugar y transportaron a la octogenaria a un hospital del área donde fue atendida por la doctora de turno, siendo su condición estable.
Agentes, adscritos al Cuerpo de Investigaciones Criminales de Carolina, se hicieron cargo de la investigación y finalmente el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en sus siglas en inglés) asumió jurisdicción del caso.