La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó este sábado que 522 migrantes han fallecido en Yemen desde el inicio de la guerra.
Así se desprende de un informe publicado esta semana por el organismo en el que eleva hasta los 50,000 las personas que han perdido la vida mientras intentaban emigrar hacia otros países en los últimos ocho años.
Respecto a Yemen, la mayoría de esos 522 decesos documentados de migrantes que llegaron desde África están relacionadas con episodios de violencia. Gran parte de los muertos se registraron el pasado mes de marzo en una matanza de los huthis en un centro de detención en la capital Saná.
Ya en anteriores ocasiones la OIM ha alertado del empeoramiento de la situación humanitaria especialmente en Marib, epicentro de los combates a raíz de la ofensiva lanzada en febrero por los huthis en la provincia.
Asimismo, el organismo alertó de que los migrantes que se encuentran en zonas cercanas a los combates están en mayor riesgo de ser detenidos, ser sometidos a trabajos forzosos y a violencia sexual a causa del repunte de los combates.
Marib es el epicentro del conflicto en el país después de que los huthis lanzaran una ofensiva contra ella en febrero. La provincia, con importantes reservas de petróleo, es además el único bastión en el norte del país.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán.
Los rebeldes controlan la capital otras zonas del norte y el oeste del país. El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.