Tras el anuncio la pasada semana de la entrega de un bono especial de $1,000 a 16,000 servidores públicos con fondos provenientes del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés), el panorama para las ventas de la temporada navideña promete ser un oasis temporero en el desierto inflacionario por el que Puerto Rico atraviesa, aseguraron varios expertos en el tema.
Esta compensación especial se une al pago de otra bonificación a servidores públicos establecido a través del Plan de Ajuste (PAD) del Gobierno Central que ascendía a unos $475 millones y que comenzó a ser otorgado a principios de noviembre pasado.
“Hasta ahora las ventas se han mantenido estables, consistentemente en un uno o dos por ciento por encima del año pasado, así que, si se anunció este nuevo bono, naturalmente va a ser una inyección económica que va a ir al consumo e impactará favorablemente las ventas al detal”, aseguró Iván Báez, presidente de la Asociación de Comercio al Detal de Puerto Rico (ACDET, en inglés).
“Aun cuando son inyecciones que son un one time deal, indudablemente se registrará un aumento en la actividad económica”, añadió.
Por su parte, Lourdes Aponte, presidenta del Centro Unido de Detallistas (CUD), concurrió con Báez en que las ventas continúan estables en la temporada.
“Se ha visto bastante positivo, pensábamos que con la inflación y otros factores las ventas se iban a afectar, pero creo que las personas están cansadas de dos años de encierro, y al tener la oportunidad de asistir a los comercios con el levantamiento de las restricciones, ha motivado a los consumidores a salir a comprar”, indicó la portavoz de los detallistas.
“Esos bonos lo que hacen es que haya más flujo de dinero corriendo en la calle, así que siempre son un impacto cuando este tipo de bonificación es otorgada. Incentiva al que lo recibe, claro está, y beneficia al comercio directamente”, dijo Aponte.
Impacto en el PIB
El Banco de Desarrollo Económico (BDE) presentó un estudio sobre el impacto del desembolso del bono establecido en el PAD y el bono especial que estiman generará en la economía local.
Luis Alemañy, presidente del BDE, junto a la economista Gladys Medina, del Centro de Estudios Económicos del banco, aseguraron que se estima se generarán sobre 23,000 empleos directos, indirectos e inducidos con la inyección de los bonos ya que, según aseguraron, en gran medida se generará un consumo de bienes y servicios y no solamente se utilizarían para el pago de deudas y el ahorro.
Según el BDE, con la inyección podría alcanzarse un incremento de producción de $929 millones.
“El Producto Nacional Bruto (PNB) se calcula mediante la suma de los gastos de consumo personal, gastos de gobierno, la inversión pública y privada, y el balance neto del comercio exterior, las exportaciones menos lo que se importa”, explicó el titular del BDE.
“En otras palabras, los incrementos en el gasto público impulsan la producción y son fuente de generación de empleos e ingresos, según impactan este indicador, que, por definición, cuantifica el volumen de nuestra actividad económica dentro de un periodo determinado de tiempo”, añadió.
De otra parte, Medina, especificó que las bonificaciones, son insumos que provienen del sector público y que circularán en nuestra economía conforme el uso que les dé quien los reciba.
“Esto es, si dichos gastos gubernamentales, que suman $491 millones, se destinarán totalmente o en gran medida para el consumo de bienes y servicios, y no únicamente para el pago de deudas y ahorro, pudiera alcanzarse un incremento en producción de $929 millones”, aclaró Medina.
“Los multiplicadores de empleo y salario que se aplicaron para el análisis de lo que supondría el aumento en el gasto de gobierno por concepto del bono establecido en el PAD y del bono especial, también sugieren que dichos desembolsos impactarían directamente el mercado laboral”, añadió.
Medina recalcó además que la economía es una ciencia social. “En ese sentido, el bono establecido en el PAD y el bono especial llegan cuando el nivel de inflación de todos los grupos de la canasta de bienes local, mediante la cual se calcula el Índice de Precios al Consumidor en Puerto Rico, es de 6.6% para octubre, comparado con octubre de 2021″, dijo.
2023: Un año de ajustes
Sin embargo, para Báez, presidente de ACDET, el panorama no tiene indicadores que señalen la creación de empleos directos en el comercio al detal de Puerto Rico.
“Tendría que analizar ese dato”, explicó en referencia a los pronósticos del BDE. “La realidad es que creación de empleos adicionales en estos momentos en la industria al detal no lo estamos viendo, pero, por otro lado, hay que tomar en consideración que estamos pasando por un periodo de inflación de un 8 a un 7 %”, señaló Báez.
El también director de Asuntos Públicos y Gubernamentales de Walmart Puerto Rico aseguró que hay factores que requerirán hacer ajustes. “Tenemos aumentos en costos de energía, aumentos en salario mínimo y ciertamente no va a estar la inyección de fondos federales que ha habido. No obstante, se espera que la actividad de reconstrucción se empiece a ver el año próximo y que eso indirectamente impacte nuestra industria del comercio al detal”, indicó Báez.
“Todos esos factores hay que tomarlos en consideración al momento en que tienes una inflación todavía latente, con unas tasas de interés que van a seguir subiendo, menos dinero en las manos de los consumidores, aumentos en costo de energía y de salario y eso es un golpe para los comercios”, añadió.