Un proyecto de ley radicado en la Cámara de Representantes, busca que se incluya a las baterías de vehículos eléctricos entre los objetos que por ley deben ser reciclados en Puerto Rico.
El proyecto radicado por el representante del Partido Nuevo Progresista (PNP), Víctor Parés Otero, muestra preocupación por lo que ocurrirá con las baterías de los alrededor de 3 mil a 6 mil vehículos eléctricos que se encuentran en las carreteras del país cuando sean desechadas.
“Los gobiernos, por naturaleza, tienden a ser reactivos en vez de proactivos. Poco, si algo se hace para prevenir una problemática antes que ocurra. Eso tenemos que cambiarlo. En Puerto Rico hemos llegado a una encrucijada en torno al tema del reciclaje, particularmente sobre las baterías de los vehículos eléctricos. Según datos de la Autoridad de Carreteras y Transportación, se estima que ya hay entre 3,000 y 6,000 vehículos eléctricos en nuestras carreteras. Estamos seguros de que ese número va a ir en aumento. Entonces, ¿qué hacemos con las baterías de estos vehículos cuando su vida útil termine? En estos momentos no existen parámetros legales detallados para lidiar con el problema y si no hacemos algo, las baterías desechadas terminarán siendo un problema ambiental y eso no lo podemos permitir”, dijo Parés Otero, quien representa el Distrito #4 de San Juan.
La medida enmienda el inciso (i) y añade un inciso (y) a la Sección 2.01 del Artículos 2 de la Ley Núm. 18-2012, mejor conocida como la ‘Ley de Reciclaje y Disposición de Equipos Electrónicos de Puerto Rico’, para incluir a las baterías de los vehículos eléctricos entre los objetos que deben ser reciclados en Puerto Rico.
“La Ley 18 se hizo bajo otros parámetros pues en ese momento no existían los vehículos eléctricos como hoy los conocemos. Actualmente no hemos identificado ninguna norma específica que obligue el reciclaje de las baterías de estos vehículos eléctricos en nuestra jurisdicción. Esta medida cambia eso creando, por primera vez en nuestra historia, una regulación sobre el manejo y descarte de las baterías eléctricas de estos vehículos”, añadió el representante por el Partido Nuevo Progresista (PNP).
De acuerdo con múltiples estudios, la vida útil de una batería de vehículo eléctrico tiene una duración de 100,000 millas.
Para poder suplir la demanda del combustible que usan estos vehículos de motor, es decir la electricidad, la administración anunció en agosto pasado que en este año (2023) se instalarán estaciones de carga aledañas a las carreteras estatales PR-2, PR-22 y PR-52 en distintos puntos estratégicos para poder suplir la demanda y aumentar el uso de estos vehículos; los cuales son mucho más amigables al ambiente que los de motor de combustión los cuales funcionan quemando combustibles fósiles.
Los equipos electrónicos crean un problema en cuanto al manejo de desperdicios debido a que contienen componentes hechos de materiales que son tóxicos, si se liberan al ambiente sin un debido control.
Un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, EPA por sus siglas en inglés, arrojó que los niveles de plomo contenidos en los celulares podrían hacer que los aparatos lanzados a la basura se clasifiquen como ‘desperdicios peligrosos’.
Mayor aún es el riesgo en el caso de los tubos catódicos, los conocidos ‘tubos de pantalla’ de televisores y monitores. Estos componentes representan un alto contenido de plomo y cadmio, metales pesados altamente nocivos.