El Ejército de Estados Unidos derribó esta tarde un objeto sospechoso que volaba “a gran altitud” sobre el espacio aéreo de Alaska, en el noroeste del país, y que el Departamento de Defensa llevaba rastreando durante las últimas 24 horas.
Según detalló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, el objeto volaba a una altitud de 40.000 pies (algo más de 12 kilómetros) y suponía “una amenaza razonable para la seguridad de vuelos civiles”. Un F-22 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos estuvo a cargo de la operación.
Kirby ha detallado que, ante la preocupación que este objeto generaba, y por recomendación del Pentágono, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado a las autoridades militares derribarlo. El objeto ha caído sobre aguas territoriales estadounidenses, recoge CNN.
Se indicó que el objeto era más pequeño que el globo chino derribado hace unos días. El sábado, aviones de combate dispararon un misil contra un presunto globo espía chino frente a la costa de Carolina del Sur.
Hubo pocas respuestas sobre el objeto, y la Casa Blanca trazó distinciones entre los dos episodios. Kirby dijo que aún no se sabía quién era el dueño y no dijo que fuera un globo. Los funcionarios tampoco pudieron decir si había algún equipo de vigilancia en él. Kirby aún no sabía de dónde venía ni cuál era su propósito.
Aún así, representó una preocupación suficiente para que los funcionarios estadounidenses sintieran que era mejor eliminarlo del cielo.
“Vamos a permanecer atentos a nuestro espacio aéreo”, dijo Kirby. “El presidente asume sus obligaciones de proteger nuestros intereses de seguridad nacional como primordiales”.
Kirby dijo que los pilotos de combate que examinaron visualmente el objeto determinaron que no estaba tripulado. El presidente fue informado sobre la presencia del objeto el jueves por la noche después de que dos aviones de combate lo vigilaran.
El objeto cayó en aguas gélidas y los funcionarios esperaban poder recuperar los escombros más rápido que los del enorme globo de la semana pasada.
El desarrollo se produjo casi una semana después de que Estados Unidos derribara un presunto globo espía chino frente a la costa de Carolina después de que atravesó sitios militares sensibles en América del Norte. China insistió en que el paso elevado fue un accidente que involucró a una embarcación civil y amenazó con repercusiones.