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Aumentan los conflictos relacionados con el agua en todo el mundo

Metro examina el estado de los conflictos por el agua en todo el mundo y descubre por qué este recurso vital ya está causando problemas geopolíticos.

El agua es un recurso esencial para la supervivencia humana y el crecimiento económico, pero su escasez y desigual distribución han provocado conflictos en todo el planeta. A medida que crece la población mundial y aumenta la demanda del vital líquido, la competencia por este recurso finito se ha hecho más intensa.

Los conflictos actuales entre países se producen principalmente en Oriente Medio (disputas por los ríos Éufrates y Tigris entre Turquía, Siria e Irak; y el conflicto del río Jordán entre Israel, Líbano y Jordania), en África (conflictos relacionados con el río Nilo entre Egipto, Etiopía y Sudán), así como en Asia Central por el mar de Aral.

Según los expertos, los conflictos por el agua se producen tanto por el agua dulce como por el agua de mar, entre distintos países y dentro de un mismo Estado. Por ejemplo, Oriente Medio solo posee el 1 % del agua dulce del mundo, pero se la reparte el 5 % de la población mundial. Y la escasez es sólo una de las razones de tales disputas. También hay factores humanos, como la mala gestión del agua y otros recursos medioambientales, la obstrucción deliberada del acceso a países o incluso a algunos segmentos de la población (como en Irán), o el uso indebido del agua por motivos nacionalistas.

“Cada vez hay más conflictos de este tipo sin resolver, lo que puede provocar un aumento de las tensiones que puede desembocar en una guerra”, explicó a Metro Irina Tsukerman, analista geopolítica y presidenta de la empresa de asesoría estratégica Scarab Rising, Inc.

Y añadió: “La situación se ve agravada en la actualidad por la crisis energética mundial, la inseguridad alimentaria, la inflación y los procesos recesivos en muchos Estados, derivados en parte de las políticas, incluso en Europa y Estados Unidos, y en parte de la guerra en Ucrania y su impacto en particular en los países en desarrollo de varias regiones”.

Para evitar que estos conflictos se conviertan en guerras a gran escala, François Le Scornet, presidente de Carbonexit Consulting y con experiencia en el sector del agua, cree que es importante abordarlos.

“Hace falta una gobernanza eficaz del agua, mejorar la cooperación y el reparto de recursos entre Estados, así como aumentar la eficiencia en el uso y la gestión del agua”, afirmó.

Tsukerman concluyó: “Los conflictos geopolíticos de mayor envergadura por el agua pueden ser más fáciles de evitar debido a la variedad de actores estatales y no estatales con medios para ayudar en la resolución de la cuestión. Los conflictos internos serán más difíciles de manejar debido a cuestiones de soberanía”.

Principales factores que desencadenan los conflictos por el agua

  • La demanda supera a la oferta
  • Disputas por el control y la asignación del agua
  • Las instituciones de gestión del agua son débiles o inexistentes
  • Corrupción
  • Falta de voluntad para resolver el problema directamente

4 PREGUNTAS A... Irina Tsukerman

Analista geopolítica y presidenta de la consultora Scarab Rising, Inc.

P: ¿Por qué un recurso vital se convierte en geopolítico?

- Las diferencias de enfoque entre los gobiernos son parte del problema. Hay un nivel sin precedentes de construcción de presas y extracción de agua que repercute en los países vecinos con una falta de gestión de las riberas y de diplomacia eficaces. También hay cuestiones sectarias que afectan a disputas transfronterizas de mayor envergadura, declaraciones grandilocuentes de jefes de Estado reacios a llegar a acuerdos sobre los asuntos, corrupción regional y mala gestión, y el impacto de guerras civiles de mayor envergadura y conflictos interestatales que hacen que los asuntos cotidianos se salgan de control. En algunos casos, esta gestión puede ser deliberada, para atacar, debilitar o utilizar como chivo expiatorio a un Estado vecino o para oprimir a un segmento de la población que pueda gozar de cierto apoyo extranjero y que represente una amenaza percibida para las autoridades oficiales.

P: ¿Cuándo podríamos asistir a una guerra del agua a gran escala?

- Actualmente, la situación entre Egipto, Etiopía y Sudán es la que tiene más probabilidades de descontrolarse y desembocar en un enfrentamiento violento a gran escala. Por ejemplo, ya ha habido escaramuzas fronterizas entre Etiopía y Sudán, y Egipto ha amenazado con destruir el GERD (N. del Ed: Gran Represa del Renacimiento Etíope) si no se aborda la cuestión de forma que se asignen suficientes recursos hídricos a las necesidades agrícolas de Egipto. Sin embargo, actualmente la guerra no es la máxima prioridad debido a otros asuntos y preocupaciones. Sudán se enfrenta a una crisis política y a conflictos sectarios internos; Etiopía intenta resolver una guerra civil que ha causado la muerte de más de 600,000 civiles, y Egipto se enfrenta a una grave crisis económica agravada por el impacto de la guerra de Ucrania en la inflación y la seguridad alimentaria.

P: ¿Qué hay de otros países?

- Turquía ya ha entrado en conflictos con Siria e Irak, atacando a ambos, pero no por cuestiones relacionadas con el agua. Debido a la proliferación de crisis mundiales y al impacto de la pandemia, han primado otros factores. Hay crecientes problemas y enfrentamientos sectarios en toda África, pero están ligados a disputas territoriales y extremismo, no estrictamente relacionados con el agua. Lo más probable es que hasta que no se resuelvan algunas de las cuestiones más urgentes -lo que puede llevar años o décadas-, la lucha por el agua quede relegada al nivel de las tensiones de bajo grado.

P: ¿Cómo evitar que estos conflictos se repitan en el futuro?

- Una diplomacia eficaz, el suministro de fuentes de energía renovables, las técnicas de conservación del agua y las tecnologías de regadío son la clave para resolver estas cuestiones antes de que se nos vayan de las manos.

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