Al parecer el presidente de Rusia, Vladímir Putin, no cambiará de estrategia en la sangrienta guerra del Kremlin en Ucrania, incluso intensificó las tensiones con Occidente al suspender la participación de Moscú en el último pacto de control de armas nucleares que le quedaba con Estados Unidos.
En su aplazado discurso sobre el estado de la nación, Putin presentó a su país (y a Ucrania) como víctimas de un doble juego de Occidente y aseguró que era Rusia, y no Ucrania, la que luchaba por su propia existencia.
“No estamos luchando contra el pueblo ucraniano, ellos se han convertido en rehenes del régimen de Kiev y de sus amos occidentales, que de hecho han ocupado el país”, afirmó Putin.
El discurso reiteró una larga lista de agravios que el líder ruso justificó de la campaña militar, ampliamente condenada, al tiempo que prometió que no habrá tregua militar en un conflicto que ya despertó temores de una nueva Guerra Fría.
De hecho el presidente ruso subió bruscamente las apuestas al declarar que Moscú suspendería su participación en el tratado Nuevo START. El tratado, firmado en 2010 por Estados Unidos y Rusia, limita el número de cabezas nucleares de largo alcance que ambas partes pueden desplegar y el uso de misiles capaces de transportar armas atómicas.
Vladimir afirmó que Rusia debe estar preparada para reanudar los ensayos de armas nucleares si lo hace Estados Unidos, una iniciativa que pondría fin al veto global a las pruebas de armas nucleares vigente desde la Guerra Fría.
Para explicar su decisión de suspender las obligaciones de Rusia, según el tratado Nuevo START, Putin acusó a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN de declarar abiertamente el objetivo de derrotar a Rusia en Ucrania.
“Quieren infligirnos una derrota estratégica y al mismo tiempo tratar de llegar a nuestras instalaciones nucleares”, dijo Putin, al anunciar su decisión de suspender la participación rusa en el tratado. “En este contexto, debo declarar hoy que Rusia suspende su participación en el Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas”.
El nombre oficial del pacto es Tratado entre los Estados Unidos de América y la Federación Rusa sobre Medidas para la Mayor Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022 y se lanzó hacia Kiev, aparentemente con la esperanza de invadir rápidamente la capital. Sin embargo, la dura resistencia de las fuerzas ucranianas, respaldadas por las armas occidentales, hizo retroceder a las tropas de Moscú.