Al cumplirse un año del comienzo de la tensión bélica entre Ucrania y Rusia, las sanciones impuestas por el bloque de países europeos liderados por Estados Unidos continúan causando estragos en las economías de todo el planeta.
Según reportes de la prensa internacional, las repercusiones de las sanciones económicas contra el gigante euroasiático han tenido un efecto adverso en las economías de Europa, África, Asia y las Américas, causando un alza en los precios de los alimentos y de la energía a nivel mundial, al Rusia ser un importante proveedor global de energía y fertilizantes.
En Puerto Rico, el alza en el combustible desencadenó aumentos en casi todos los segmentos de la economía, incluyendo alimentos, transportación y construcción.
Algunos expertos aseguran que, si la guerra se prolonga y con ella las sanciones de occidente hacia Rusia, en 2023 se podría profundizar la crisis alimentaria global.
No obstante, a nivel local, varios sectores ligados a la economía no se mostraron muy alarmados en cuanto al efecto de la guerra a largo plazo en la economía de Puerto Rico.
“En términos generales, el asunto es que Ucrania y Rusia son productores de granos, en específico de trigo, y eso afecta, aunque no necesariamente directamente, porque Puerto Rico no lo adquiere directamente de ellos. Pero en la medida en que tenemos un 25 % o 30 % menos de un producto en particular a nivel global, el resto de los productos disponibles sube de precio porque tienen más demanda y hay menos oferta”, explicó Manuel Reyes Alfonso, vicepresidente de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), en entrevista con Metro Puerto Rico.
“Tenemos unos productos derivados que también dependen mucho de materias primas que provienen de esas zonas, como los fertilizantes y otro tipo de productos. Así que todo eso experimentó unos disloques globales que, aunque para efectos nuestros no significa que en algún momento estuvimos en riesgo de pasar hambruna como quizás otros países que dependen directamente de esa producción, en la medida en que se disloca el suplidor global, los precios suben”, añadió.
Un asunto de precios
El portavoz de MIDA aseguró que las repercusiones de la guerra en Puerto Rico son un asunto de precios de los productos, toda vez que la incertidumbre aporta a su alza.
“El problema es que no se sabe qué va a pasar. La industria a nivel local ha hecho todos los ajustes que ha podido hacer y continúa buscando alternativas, pero hay mucha incertidumbre sobre qué es lo que va a pasar con la guerra, si va a continuar, si va a empeorar”, expuso.
El portavoz de MIDA subrayó que cuando se habla de alimentos, se habla de cientos de miles de productos que se comportan de manera distinta, así que resulta casi imposible determinar cuáles podrían reflejar un aumento en su costo este año.
No obstante, Reyes Alfonso auguró que no habrá muchos cambios en la situación actual del archipiélado como consecuencia de la guerra.
“Si se resolviese el conflicto ayudaría, claro está, pero ya estamos viendo cierta estabilización en los productos de los alimentos, aunque todavía el índice de precios de alimentos en los Estados Unidos continúa alto. Hay que seguir monitoreándolo y es una preocupación que todos tenemos con el tema de los precios”, indicó.
“Así como van a haber aumentos, habrá reducciones. Cuando miras las diferentes categorías, ves que ha habido precios que han bajado como el de las frutas y los vegetales, así que es importante que la gente entienda que cuando hablamos de alimentos nos referimos a miles de productos y cada uno se comporta de manera diferente”, insistió.
No es causa para alarma
Antonio Fernós Sagebien, Catedrático del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana de Puerto Rico y economista con especialización en finanzas corporativas, tildó de alarmistas los reportes que sugieren una debacle económica local causada por el recrudecimiento de la guerra en Ucrania. Además, exhortó al público a mantener la calma ante la situación.
“Lo que creo que ha sido más brutal y lo que se palpa es la cuestión del precio en la gasolina. Rusia es uno de los países exportadores de petróleo y Estados Unidos le impuso un precio máximo a la compra de todo combustible que venga de allá, y ha puesto restricciones a los países exportadores, por ejemplo, de otros hidrocarburos o combustibles fósiles como el gas licuado”, señaló el catedrático.
“Eso hace que haya un aumento en precios en todo lo que son combustibles y eso afecta toda la cadena de distribución, no solamente directa sino indirectamente”, añadió, a la vez que previó que el conflicto continuará escalando.
Fernós Sagebien explicó que la economía de Puerto Rico no es un protagonista a nivel geopolítico al estar estrechamente atada a la economía estadounidense y, por ende, los efectos directos de la guerra vendrán a través del desempeño de esa economía.
“No me preocupa que haya un efecto bien grande y directo en Puerto Rico”, señaló el economista.
“La gente cree que Puerto Rico es una economía del primer mundo y que le importamos a la economía mundial, pero nosotros somos un jugador pequeño, así que no creo que vaya a haber mucho impacto. No podemos hacer absolutamente nada”, dijo.
Por su parte, Yandia Pérez, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industriales de Puerto Rico (AIPR), desestimó los posibles efectos de la guerra en el archipiélago. Más bien indicó que lo que se experimenta en la actualidad son los efectos económicos a largo plazo causados por la pandemia.
“En lo que es la parte de la cadena de suplido, realmente el único impacto que hemos experimentado ha sido el alza en el precio del combustible, pero eso se ha estabilizado un poco, así que no nos hemos afectado por la guerra en Ucrania”, aseguró la portavoz de la AIPR.
“Las empresas han hecho sus ajustes y han sido bien creativos en cómo han cambiado los procesos para tener confiabilidad en el suplido, pero esa gestión no necesariamente se hizo por la guerra, sino por la pandemia”, añadió.
Pérez dijo que los industriales tampoco prevén un cambio drástico en cuanto a la cadena de suplido durante el 2023.
“Claro, todo esto está sujeto a esas conversaciones que se tengan entre los países en conflicto, pero no visualizamos que vaya a haber un evento tan extremo que vaya a afectar la cadena de suplido de Puerto Rico o Estados Unidos”, concluyó.