Líderes comunitarios denunciaron un proyecto que busca rellenar un área inundable y la venta de solares en la carretera PR 701, área conocida como el “Paseo Ladis” de Salinas.
Residentes de las comunidades de la Urb. La Margarita, Villa Cofresí, Villa Esperanza y el Res. Brisas del Mar, entre otras, compartieron información sobre el proyecto propuesto y las formas en que se impactarían los hogares cercanos.
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“Este proyecto llamado Salimar, pretende destruir el único bosque que tenemos en nuestra área, para rellenar y vender terrenos en una zona altamente indudable. No sólo afectará el humedal que discurre por esos terrenos, el cual está protegido por ley, y el acuífero que está meramente a 3 pies de profundidad, sino que pone en peligro nuestras vidas, seguridad y propiedades. Eso lo dialogamos en la reunión comunitaria que realizamos y decidimos combatir esto juntas”, expresó Wanda Ríos Colorado, presidenta de la Asociación de Residentes de La Margarita.
De igual forma, Zinnia Vélez Figueroa, presidenta de la comunidad Villa Cofresí, comentó las diversas acciones tomadas para buscar participar en el proceso y detener el proyecto propuesto.
“Además de las denuncias públicas que hicimos, sometimos una impugnación (23-030-B) al permiso que dio el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales para tumbar el bosque; estamos sometiendo intervenciones en la Oficina de Permisos porque ese proyecto nos va a impactar directamente; comenzamos a recoger firmas en las comunidades, y estamos en el proceso de tener apoyo legal”, explicó Zinnia Vélez.
Por su parte, Glorisela Santiago, presidenta de la Junta de Residentes de Brisas del Mar, dijo que es peligroso permitir que se construya en los suelos inundables.
“Los residentes de mi comunidad se afectaron por las inundaciones provocadas por el huracán Fiona. ¿Cómo es que el gobierno y sus agencias van a dar permisos para construir en esa área inundable, si eso nos va a afectar más? Aquí hay que tomar acciones para proteger a los residentes de esta área, ante la realidad de la crisis climática, y la posibilidad de que aumenten los huracanes fuertes. Permitir esa construcción es una contradicción”, dijo Glorisela, quien también es portavoz del Comité Diálogo Ambiental.
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En el cónclave comunitario también se expuso la idea de tomar otras acciones más directas contra el proyecto.
“Además de realizar otras acciones para llevar la información y presentar nuestra postura públicamente, se planteó que la manera que ganamos esto es con la resistencia del pueblo y cuando vengan con las máquinas, tenemos que ir todos juntos y detenerlos, pues la vida de nuestra gente está de por medio. Hace 15 años batallamos contra el gasoducto del sur, y al día de hoy el gobierno insiste en ponernos en peligro. Moriremos con las botas puestas”, manifestó Brunilda Colón Torres, presidenta de la Junta Directiva de Villa Esperanza.