SAN JUAN (AP) — La enviada especial de la ONU para Haití advirtió el miércoles que los recursos y el entrenamiento que la comunidad internacional le está proporcionando a la policía nacional haitiana son insuficientes para luchar contra pandillas cada vez más violentas.
Helen La Lime, directora de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití, participó inesperadamente en una reunión de la OEA en Washington D.C., y dijo que es momento de buscar nuevas alianzas, al tiempo que pidió una vez más el despliegue de una fuerza extranjera especializada.
“No estamos haciendo el trabajo”, dijo. “Necesitamos dedicarnos a reconstruir este país”.
Poderosas pandillas se han infiltrado en comunidades otrora pacíficas de la capital haitiana y sus alrededores, y los expertos estiman que ahora controlan aproximadamente el 60% de Puerto Príncipe. Han saqueado barrios, violado a adultos y niños y secuestrado a cientos de víctimas, desde misioneros estadounidenses hasta un vendedor ambulante de hot dogs, en un intento por controlar más territorio. La violencia ha empeorado desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
“Es urgente que la OEA... comprenda que el deterioro de la situación de seguridad sobre el terreno ha alcanzado su punto álgido, y que las pandillas armadas ahora deambulan por el país sin restricciones”, declaró Victor Généus, ministro de Asuntos Exteriores de Haití.
Altos funcionarios haitianos, entre ellos Généus y el primer ministro Ariel Henry, han solicitado en repetidas ocasiones presencia internacional sobre el terreno, una petición formulada por primera vez en octubre y que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha atendido y en su lugar a aplicado sanciones, al igual que Estados Unidos y Canadá.
El miércoles, el primer ministro canadiense Justin Trudeau comentó a los reporteros que las sanciones han estado dirigidas a las “familias de élite en Haití que son responsables no sólo de financiar a las pandillas, sino también de desestabilizar el mundo político y la economía de Haití a un terrible costo para el pueblo haitiano”.
Señaló que Canadá sigue ayudando a la policía nacional de Haití y a otras agencias, añadiendo que la intervención extranjera anterior no ha funcionado para crear una estabilidad a largo plazo para Haití.
“Lo que está claro es que se necesita un nuevo enfoque para Haití que realmente ponga al pueblo haitiano en posición para construir oportunidades sólidas y una fuerte democracia para ellos”, dijo Trudeau.
Sin embargo, los principales funcionarios haitianos discrepan.
“Haití no tiene los medios para resolver esta crisis por sí solo”, declaró Généus durante la reunión de la OEA.
La Policía Nacional de Haití cuenta apenas con 9.000 agentes en activo en un país de más de 11 millones de habitantes, y las autoridades aseguran que el departamento sigue sin tener recursos ni personal suficientes a pesar de la ayuda internacional.
“No basta con tener armas. No basta con reforzar a la Policía Nacional y al Ejército”, declaró Léon Charles, representante permanente de Haití ante la OEA y ex jefe de policía del país.
Al menos 78 policías han muerto a manos de las pandillas, las cuales han tomado el control de los departamentos de policía en algunas zonas y han quemado otros, según activistas de derechos humanos.
El repunte de violencia también ha dejado a decenas de miles de haitianos sin hogar y ha provocado una migración en masa hacia Estados Unidos y otras islas en el Caribe, en lo que cada vez más viajes en frágiles embarcaciones han resultado fatales. En tanto, funcionarios de países como República Dominicana, las Bahamas y las islas Turcas y Caicos han restringido la migración y han expresado su frustración con la presión que causa el incremento migratorio sobre los servicios públicos.
“El problema de seguridad de Haití representa una amenaza para toda la región”, señaló Généus.
La OEA convocó la reunión para analizar qué tipo de ayuda se necesita y dónde, para que Haití finalmente pueda celebrar unas esperadas elecciones generales.
Antes de que los miembros de la OEA se reunieran en privado para seguir con las discusiones, La Lime señaló que Haití necesita con urgencia de un entorno más seguro para que se puedan realizar los comicios.
“No va a pasar nada a menos que la situación en el terreno... cambie”, comentó. “Si no hay más ayuda en materia de seguridad... no lo vamos a conseguir”.
El encuentro se produjo en momentos en que una delegación de funcionarios de la ONU visitó Puerto Príncipe el miércoles para reunirse con Henry y observar lo que describieron como “la magnitud y gravedad de la crisis humanitaria” y brindar apoyo para las operaciones humanitarias.
Tareq Talahma, de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, dijo buscan 700 millones de dólares para ayudar a por lo menos tres de los cinco millones de haitianos que necesitan ayuda humanitaria.
Hasta ahora, comentó, las promesas de financiamiento no han cumplido con las expectativas “y es por eso que estamos aquí”, señaló Talahma.
“Los haitianos son personas muy dignas y la ayuda humanitaria no es lo único que están esperando. Esta comunidad busca paz, seguridad y protección, y esto es lo importante y debería ser la prioridad”, afirmó Talahma.
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Los reporteros de The Associated Press Evens Sanon en Puerto Príncipe, Haití, y Rob Gillies en Toronto contribuyeron a este despacho.