Silencio ha sido la respuesta inmediata de la presidenta de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, la ingeniera Doriel Pagán, luego que la agencia que dirige recibiera un ciberataque que comprometió información de los abonados y de empleados.
Al momento son más las preguntas que las respuestas relacionadas al servicios directo a los abonados y a empleados que se han visto afectados con la situación que mantiene a las oficinas de servicio al cliente trabajando a la antigua desde el pasado lunes, 13 de marzo. Desde que se supo del ataque la semana pasada, la funcionaria solo emitió unas declaraciones escritas en redes sociales. Las preguntas han sido redirigidas a la Oficina de Innovación y Servicios deTecnología (PRITS).
Personal de comunicaciones de la corporación pública ha concretado con Metro para mañana una entrevista con la ingeniera.
Mientras, la situación en las oficinas de servicio al cliente se matienen operando a medias desde que hackearon los sistemas de la AAA. Los clientes tienen que hacer largar filas con dinero en mano ya que en las oficinas los empleados solo pueden recibir efectivo o cheque.
“Es como si la agencia hubiera retrocedido varios años donde las cosas se hacían manual”, dijo una fuente de este diario.
“Ahora mismo todos los pagos que se han cobrado en las oficinas están en el aire, esperando que haya sistema para poder sincronizar esa información y que se refleje en las cuentas de los clientes”, apuntó.
Tampoco los empleados han podido salir a leer los contadores porque la herramienta que utilizan para hacerlos no ha podido ser conectada al sistema que le permite entrar la información a la cuenta del abonado.
Incluso, el depósito directo a la cuenta de los empleados no será una alternativa. Los empleados se podrían ver en la obligación de recibir un cheque de manera tradicional para luego ir al banco para cambiarlo.
El vicepresidente de planificación estratégica de la corporación, Arnaldo Jiménez dijo en entrevista previa que personal de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y de la Agencia de Ciberseguridad, Seguridad de la Infraestructura (CISA, en inglés) del Departamento de Seguridad Nacional y Puerto Rico Innovation and Technology Service (PRITS) participan de la pesquisa para identificar a los responsables del ciberataque.
Jiménez señaló que el manejo de la operación de los sistemas de la AAA está a cargo de la propia corporación pública aunque tienen recursos externos para ciertos procesos que no detalló.
Según Jiménez este tipo de ataque siempre busca algún beneficio económico, pero la Autoridad no ha cedido a la solicitud.
“Nuestra estructura es una estructura sólida, tenemos resguardo de todos nuestros datos y toda la recuperación ha sido con infraestructura y sistemas que tenemos, así que no estamos cediendo ante ninguna solicitud. Sí hubo un pedido de un dinero y eso se está trabajando directamente con el FBI”, sostuvo Jiménez.
En tanto, el funcionario había asegurado que los datos de la Autoridad y de los abonados habían sido protegidos, pero el sábado la historia ya era otra.
De igual manera estimó que el sistema recuperaría durante la semana pasada. A una semana del ataque aún los sistemas no operan como corresponde. La AAA cuenta con 11 oficinas comerciales, el centro telefónico y pequeña áreas satélites en diferentes lugares de la Isla.