El acuerdo sobre inmigración que se disponen a anunciar el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro canadiense Justin Trudeau pondría fin a un proceso que ha permitido a miles de migrantes de todo el mundo cruzar a pie la frontera entre los dos países por un camino secundario entre el estado de Nueva York y la provincia de Quebec.
Desde principios de 2017, estos migrantes han entrado a Canadá por el Roxham Road en las afueras de Champlain, Nueva York, donde se instaló un retén de la Real Policía Montada Canadiense para procesarlos a unos ocho kilómetros del cruce oficial de la frontera donde se los obligaría a regresar a Estados Unidos.
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Los agentes les advierten que los arrestarán si dan un paso más. Entonces lo hacen, y sin esposarlos, los agentes los procesan y los dejan en libertad en Canadá, donde viven mientras se gestionan sus pedidos de asilo, algo que suele tomar años.
Canadá anunciaría como parte del acuerdo que 15 mil migrantes del hemisferio occidental podrán solicitar su ingreso al país. Esto se aplicaría a personas interceptadas en los 14 días siguientes al cruce de la frontera.
Por su parte, la Patrulla Fronteriza estadounidense también responde a un fuerte aumento de los cruces ilegales, en su caso de norte a sur, desde la frontera canadiense. Casi todos se producen entre los grandes centros poblados de ambos países, de Quebec al norte de Nueva York y Vermont.
Aunque las cifras siguen siendo insignificantes en comparación con la frontera entre Estados Unidos y México, los cruces se han vuelto tan frecuentes que la Patrulla Fronteriza ya envió más personal a la región y libera a migrantes en Vermont con fechas para comparecer ante las autoridades.
Las autoridades canadienses luchan con el problema desde principios de 2017. Muchos migrantes que van hacia el norte dicen que huían de las medidas de inmigración del presidente Donald Trump, que eran hostiles a su presencia en el país y que siguen vigentes bajo su sucesor Joe Biden.
Estos migrantes se aprovechan de una peculiaridad del acuerdo de 2002 entre Estados Unidos y Canadá, según el cual los solicitantes de asilo deben presentar sus solicitudes en el primer país al que arriban. A los migrantes que van a un cruce oficial se les dice que regresen a EU para presentar su solicitud, pero los que llegan a territorio canadiense por cualquier otra entrada pueden quedarse y solicitar protección.