Del CPI.
El Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico (UPR) nunca ha tenido una residencia estudiantil, sin embargo, datos de la Administración Central de la UPR señalan que el 40.4% de sus 2,634 alumnos viven hospedados mientras se espera por la construcción de una vivienda para estudiantes, de 40 unidades, diseñada hace tres años y cuya subasta todavía está pendiente de adjudicarse.
En el Recinto Río Piedras, los contratos para el diseño de la remodelación de los hospedajes Torre Norte y Resi Campus se otorgaron hace tres y cuatro años. Solo para Resi Campus se abrió una subasta en febrero para su rehabilitación.
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Entretanto, la Junta de Control Fiscal (JCF) revisa desde diciembre del 2022 el contrato para la remodelación del Hotel Colegial del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) al tiempo que una alianza público privada propuesta hace seis años ni siquiera cuenta con un comité para negociar el acuerdo para la construcción de residencias en los predios del campus.
En ausencia de una respuesta institucional ante la falta de residencias estudiantiles y la escasez generalizada de vivienda accesible, estudiantes de la UPR se ven en la obligación de pagar apartamentos cada día más caros, constató el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) en entrevistas con universitarios de estos tres recintos, así como administradores de hospedajes en Humacao.
“La situación de vulnerabilidad entre el estudiantado es bien tangible. Hay estudiantes pagando unas rentas absurdas de mil y pico de dólares en un espacio que ciertamente no vale eso. Hay menos hospedajes y más caros. Sé que hay inflación y todo lo demás, pero hay veces que es abusivo”, señaló el presidente del Consejo General de Estudiantes del Recinto de Humacao, Luis Onel González, quien destacó que la mayoría de los huracanes llegan al país por la zona Este, lo que hace aún más frágil la situación del estudiantado de este recinto.
Además de las emergencias del último lustro, provocadas por huracanes y terremotos, la JCF recortó $445 millones del presupuesto de la UPR proveniente del Fondo General e impuso un aumento de entre $56 y $157 por crédito subgraduado a través del Plan Fiscal de la institución. Los créditos continuarán aumentando de forma escalonada hasta el 2027 alcanzando $177, según se desprende del Plan.
El encarecimiento de la educación superior y la inflación han influido en el cambio del perfil del universitario, que mantiene un empleo mientras estudia. Según el Sistema de Datos Integrados de Educación Postsecundaria (IPEDS por sus siglas en inglés), que reúne datos de todas las universidades públicas y privadas de Estados Unidos y sus territorios — incluyendo Puerto Rico —, el 40% de los estudiantes subgraduados a tiempo completo tenían un empleo en 2020 mientras que 74% de los alumnos subgraduados a tiempo parcial estaban empleados.
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El director de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura (ODFI) de la UPR, Julio Collazo, no tiene una explicación sobre la demora de años en convocar contratistas para las obras de construcción y remodelación de las residencias, pero aseguró que dentro de los proyectos de infraestructura, estas son “la prioridad número uno”. Collazo está en ese cargo desde mediados de 2022. Su predecesor, Adrián López Nunci, quien sigue siendo empleado de la UPR, no respondió a llamadas y correos del CPI para que explicara la demora en publicar las subastas para las remodelaciones en Río Piedras y la construcción en Humacao.
Propuesta para Humacao resuelve solo el 3.8% de la demanda de residencias estudiantiles
Puerto Rico cuenta apenas con 185 hospedajes licenciados, según el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), que aunque regula esta actividad económica, no actualiza la lista de estos negocios en su portal desde el 2019. La región de Caguas — a la cual pertenece Humacao — solo cuenta con nueve hospedajes licenciados.
“Tenemos [en Humacao] estudiantes de Jayuya, de Villalba, de Vieques, y esas personas tienen que hacer de tripas corazones para poder continuar su carrera profesional”, agregó González al recalcar lo oneroso que resulta ser un estudiante universitario en Puerto Rico, donde el ingreso familiar promedio es de $21,967.
De la lista de hospedajes disponibles en el portal de DACO, el CPI identificó seis en la urbanización Villa Universitaria, próxima al Recinto de Humacao. Entre los cuatro arrendadores que respondieron llamadas, ninguno tenía espacios disponibles, y solo dos mencionaron la posibilidad de que haya vacantes en agosto.
“Casi no hay hospedajes para estudiantes”, reconoció también la arrendadora Gloria Mojica. Por su parte, Iris Medina, indicó que ya no tiene hospedajes sino apartamentos para alquiler entre $250 a $300 al mes. Fermina Cruz, quien tiene dos hospedajes alquilados, los deja al mismo precio. Mientras, José Solís, tiene todos sus hospedajes ocupados a $500 por mes.
Para Alexander Ramírez Colón, estudiante subgraduado de Química en la UPR de Humacao, no fue fácil conseguir un hospedaje en Villa Universitaria porque no encontró un registro actualizado que identifique estas residencias. “Simplemente los ponen en carteles frente a las casas que dividieron, que le pusieron gypsum board y le hicieron otra puerta al cuarto, y ese tu estudio o apartamento”, dijo.
El precio de $450 por el hospedaje que ocupa Alexander no le parece justo, pues aunque incluye agua y electricidad, “es un cuarto que le montaron un zinc al alero de la casa, y ahí me metieron la cocina y el baño”. Todo lo que el estudiante gana en el programa federal de trabajo y estudio se le va en pagar la renta mensual, y gracias a la ayuda de su familia, puede costear sus alimentos y otros gastos personales. “No es solo mi situación, también es la de muchos compañeros, que están en estudio y trabajo, y fuera de eso, tienen un empleo adicional para poder costear su vivienda”, dijo Ramírez Colón, natural de Villalba.
A finales de 2022, abrió la convocatoria para construir la residencia estudiantil de Humacao. González indicó que “el proyecto de Humacao surge de una propuesta que realizan unos docentes luego del huracán María al Departamento de Educación Federal para estudiantes de bajos recursos y que estén en peligro o que hayan perdido su vivienda a causa de algún desastre”.
Marqués & Marqués Arquitectos obtuvo en octubre de 2019 el contrato por $627,169 para diseñar el proyecto de Humacao. Se estima que esta construcción con cupo para 40 estudiantes costará $8,033,200 y la expectativa es inaugurarla a finales de 2024. La firma ha hecho otros proyectos para el Sistema UPR, tales como la expansión y remodelación del edificio de Ciencias Administrativas en Humacao y la remodelación del centro de estudiantes e instalaciones deportivas del Recinto de Río Piedras.
Si no hay dónde vivir, llegarán menos estudiantes a Río Piedras
El recinto riopedrense contaba con tres residencias estudiantiles hasta el 2020. En 2018 cerró Torre Norte, en la Avenida Universidad, y dos años después cerró Resi Campus, la antigua “Residencia de Señoritas” ubicada dentro del recinto. Ahora solo están las tres torres de Plaza Universitaria, en la avenida Ponce de León, con capacidad para 594 estudiantes para “un recinto que tiene 12 mil estudiantes”, planteó el expresidente del Consejo General de Estudiantes del Recinto de Río Piedras, Simonely Hidalgo.
Para el 2020, los precios de las unidades compartidas allí comenzaban en $255, y las unidades individuales costaban hasta $570 al mes, con los servicios de agua, electricidad e internet incluidos.
Tal como pasa en Humacao, Hidalgo considera que los precios en el mercado de alquiler son excesivos para el estudiantado.
“Los hospedajes privados que hay tienen unos altos costos porque de la manera en que los arrendadores están trabajando el asunto es que en vez de rentar y hacer el contrato con el estudiante, lo hacen con el padre y, entonces, en vez de ser un hospedaje, según está reglamentado por el DACO, pues se convierte simplemente en un apartamento”, explicó.
Según el reglamento del DACO, un hospedaje es todo establecimiento, vivienda, edificio, parte de un edificio o apartamentos individuales para brindar alojamiento a uno o más estudiantes mediante paga. Sus dueños o administradores deben cumplir con requisitos del Departamento de Salud y el Cuerpo de Bomberos, así como “promover el mejoramiento continuo de estos mediante la garantía de un clima propicio al estudio”.
La Administración Central de la UPR justificó el cierre de Torre Norte por las condiciones en que quedó luego del huracán María, y el de Resi Campus por unas mejoras programadas para la estructura. Más de dos mil universitarios del Recinto de Río Piedras se hospedan.
Para el historiador y catedrático de la Escuela de Arquitectura de la UPRRP, Jorge Lizardi, “históricamente, la Universidad nunca ha tenido la capacidad de atender toda la demanda de hospedaje, y probablemente es una de las razones por las cuales hemos perdido matrícula, sobre todo en Río Piedras, porque hay muchos estudiantes que no encuentran hospedaje. Pero aún las tres residencias funcionando simultáneamente, no daría abasto para toda la necesidad que tenemos”.
Lizardi criticó, además, la ineficiencia de la administración universitaria respecto a la gerencia de las residencias universitarias.
“Una de las cosas que hizo que decayera muchísimo la calidad de la vivienda fue una administración pobre, y a veces simplemente hacer cumplir los reglamentos, hasta en eso se fallaba. Por ejemplo, la Torre Norte está hecha para que vivas los primeros dos años, luego tienes que buscarte otro lugar, pero ahí había gente que vivían cinco, seis, siete años y dejaban a otros estudiantes que venían nuevos sin la posibilidad de tener un lugar donde vivir”, dijo. Planteó además que la oferta de vivienda debe adaptarse “a un perfil distinto de estudiantes”, ahora casados, con hijos o madres solteras.
El contrato para el diseño de la remodelación de Resi Campus fue otorgado a finales de 2019 a Allied Design Group por $462,400. La apertura a finales de 2022 de la subasta para la rehabilitación del edificio, cuya construcción data de 1958, se estima costará $9 millones y supuestamente estaría listo para albergar a 244 estudiantes el verano de 2025.
El diseño para rehabilitar Torre Norte, construida en 1971, recayó en Toro Arquitectos. Del contrato de diseño por $1,566,823 otorgado a finales de 2020, se desprende que la remodelación de la vivienda estudiantil con cupo para 304 estudiantes costará $18 millones. El director de la ODFI proyectó su inauguración para el verano de 2026.
A mediados de marzo, Toro Arquitectos entregó los planos de la etapa preliminar para evaluación y aprobación de la UPR. “Luego de eso seguiremos con los planos finales. Una vez entregados y aprobados, se pasa a la etapa de subasta”, explicó el presidente de la firma de arquitectura, José J. Toro Díaz.
Torre Norte no cuenta con acceso para personas con impedimentos ni sistema de alarma contra incendios, tiene hongos y asbesto, el terreno es propenso a inundaciones al tener un desnivel en la parte posterior, y debido a los desagües tapados se inunda el sótano, por lo que se recomendó relocalizar los sistemas mecánicos que allí ubican. Toro Arquitectos ha hecho otros proyectos para la UPR, tales como el diseño de la verja del Jardín Botánico y el edificio Jaime Benítez del Recinto de Río Piedras.
A finales de febrero, la Junta de Gobierno de la UPR acordó otorgar un contrato de arrendamiento a la organización sin fines de lucro Casa de Amor, Fe y Esperanza (CAFE) del Edificio Puerto Rico. La propiedad que ubica en la Avenida Universidad sirvió de residencia para profesores, y tras un donativo anónimo, la organización de base de fe rehabilitará el lugar para ofrecer hospedaje a 42 estudiantes.
Desde 2021, CAFE tiene la iniciativa “Duerme tranquilo”, que brinda hospedaje a estudiantes universitarios de escasos recursos en el Seminario Evangélico y en las facilidades de la organización en la calle Gándara. En la actualidad hospedan a 20 universitarios, incluyendo internacionales.
La presidenta de la organización, Gladys Belkis Oritz, explicó al CPI que el donante solicitó que los estudiantes hagan trabajo comunitario y se involucren en el mantenimiento del Edificio Puerto Rico para hospedarse allí. Además, “[los universitarios] tienen que tener progreso académico, [mostrar evidencia de la radicación de] las planillas; es como si fuera cuando estaba Torre Norte y la residencia”, mencionó en referencia a los requisitos que se suelen exigir para hospedarse en propiedades de la institución de educación superior.
De la certificación 103 de la Junta se desprende que, “el canon de arrendamiento mensual [que pagará CAFE] por el alquiler, uso y disfrute de la propiedad [Edificio Puerto Rico] lo será la suma de $51,058.87 anuales. Para cumplir con ello, el Arrendatario realizará en la propiedad, a su cargo y costa, mejoras, arreglos, obras o reconstrucciones que la propiedad requiere y todo el monto de dinero y servicios invertido en dichos trabajos se le adjudicará y acreditará por completo directamente a la renta base anual”.
El recinto con más demanda de hospedajes espera por aprobación de la Junta de Control y las APP
Otro proyecto de remodelación de residencias subastado a finales de 2021 fue el Hotel Colegial en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), donde la mitad de sus 10,070 estudiantes requieren hospedaje. La obra propuesta consiste en rehabilitar el edificio para albergar 50 alumnos. La hospedería construida en la década de 1960 contaba con 84 habitaciones y ofrecía estancia a estudiantes a cambio de que trabajaran en horarios extendidos en el recinto. El contrato para su remodelación se encuentra bajo revisión de la Junta de Control Fiscal desde diciembre de 2022, que solicitó documentación adicional y dijo que todavía está esperando recibirla.
La estructura hoy día solo ofrece hospedaje para atletas o estudiantes y profesores internacionales, explicó al CPI el presidente del Consejo de Estudiantes del RUM, Daniel Fernández González. “El edificio tiene hongo, no está en las mejores condiciones, y no diría que los atletas están en condiciones infrahumanas, pero diría que la atención que se le está dando [al Hotel] es mínima”, contó.
Sobre los hospedajes disponibles, Fernández González mencionó que en el Consejo “se ha traído la preocupación de la falta de higiene de algunos de los apartamentos que se están rentando en Mayagüez. Hay apartamentos que, seguramente, si ahora mismo hay una inspección, no cumplirían. Eso se ve mayormente en el área de Mayagüez Terrace”, y aunque las rentas no han aumentado, “hemos visto lugares donde ahora no te incluyen, por ejemplo, la luz, por el aumento que ha causado la privatización de [la Autoridad de] Energía Eléctrica”.
Fernández González advirtió que “se está comenzando a ver un movimiento de ‘vamos a arreglar este apartamento, lo ponemos bonito, lo rentamos por ahora mientras lo arreglamos, pero lo estoy arreglando porque quiero montar un Airbnb’”, en referencia a que las remodelaciones que han visto en apartamentos en el área no satisfacen la necesidad de vivienda estudiantil sino que se usan para alquileres a corto plazo.
Desde 2018 se propuso una alianza público privada para construir un proyecto de viviendas estudiantiles en el RUM con una inversión estimada de $70 millones. La compañía SI Mayagüez — compuesta por Servitas e Interlink — junto a Higher Integrated Learning & Lifestyle Team (The HILL) — compuesta por Property Services, HOK International, y Venegas Construction —, fueron preseleccionadas para desarrollar el proyecto.
“En este momento, la AAPP está en el proceso de identificación y designación de los miembros que se integrarán al Comité de Alianza en representación de la entidad gubernamental participante debido a cambios en la composición de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico, para retomar la evaluación del proyecto”, indicó el director ejecutivo de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas (AAPP), Fermín Fontanés. La ley 29 de 2009 establece que la AAPP debe designar un comité para evaluar y seleccionar las personas cualificadas y los proponentes de una alianza para negociar los términos y condiciones que considere apropiados para el contrato de alianza.
Dinero federal disponible para ciudades universitarias
El presidente de la UPR, Luis Ferrao Delgado, reconoció en su plan de trabajo como candidato a la presidencia que la competencia entre las instituciones universitarias se intensificará por retener una matrícula que merma cada día más. Sin embargo, su plan no menciona agilizar la disponibilidad de viviendas entre las estrategias para retener estudiantes. Mientras, la Universidad Interamericana el año pasado inauguró residencias estudiantiles con cupo para 420 universitarios del Recinto Metro en San Juan. También cuenta con hospedaje para sus estudiantes en los recintos de Bayamón y San Germán.
La Administración Central de la UPR no es la única entidad que puede buscar soluciones a la precaria situación de vivienda estudiantil. Tanto el municipio de Mayagüez como el de San Juan pueden optar por una subvención de $50 millones a través de Revitalización Vecinal UPR, que forma parte del programa Programa de Recuperación ante Desastres para el Desarrollo Comunitario (CDBG-DR por sus siglas en inglés).
Revitalización Vecinal UPR contiene una reserva de $100,000,000 para priorizar las inversiones estratégicas en el redesarrollo de áreas urbanas alrededor de los recintos de Río Piedras y Mayagüez. Los fondos pueden utilizarse “para apoyar inversiones estratégicas en nodos de crecimiento alrededor de estos recintos… y permitirá que los estudiantes actuales y futuros regresen a áreas seguras y económicamente pujantes en sus centros de estudio”, lee la guía del Programa CDBG-DR. Ninguno de los proyectos sometidos por las administraciones municipales propone rehabilitar edificios para residencias universitarias o construir nuevas, según confirmaron al CPI los alcaldes de ambos municipios.
Las contrataciones para los diseños del Recinto de Humacao y la remodelación de Resi Campus fueron costeados con subvenciones del Departamento de Educación federal, mientras que el diseño de remodelación de Torre Norte se costeó con la cubierta de seguros de la UPR.
Para las obras de remodelación, se identificaron $30,848,356 para Torre Norte provenientes de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), del Programa CDBG-DR, Departamento de Educación federal y el seguro de la UPR. Para Resi Campus se identificaron $20,366,536 provenientes de FEMA, CDBG-DR y del pago del seguro de la institución.