El excandidato a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau, declinó que se hayan concertado diálogos con la exalcaldesa Carmen “Yulín” Cruz para la alianza que la colectividad busca establecer con el Movimiento Victoria Ciudadana.
“Tanto el licenciado Natal y yo no hemos hablado sobre ese particular y sobre Carmen ´Yulin´, por lo menos conmigo. Eso no ha sido una conversación que hemos tenido”, dijo el líder independetista.
En días recientes, la exalcaldesa anunció su desafiliación del Partido Popular Democrático y abogó por las alianzas. Sin embargo, no precisó cuál sería su futuro político. Anunció, además la apertura de un comité de candidatura no definida.
Para Dalmau el llamado de Cruz Soto a las alianzas es la “reiteración de algo que ella en el pasado ha planteado, incluso en las pasadas elecciones, aunque ella no logró triunfar en la primaria”.
“Ella hizo expresiones de que favorecería a aquellos que teníamos la apertura para ese tipo de entendido o alianza. Ha dicho que no ha definido cuál es su futuro político. Anuncia la apertura de un comité de candidatura no definida y, por lo tanto, en estos momentos sería muy prematuro hablar en qué posición se ubicaría ella, si va a ser candidata primero, segundo, si va a ser candidata, ¿a qué puesto? Y en tercer lugar, ¿bajo qué condiciones?, si va a ser dentro de alguna colectividad, si va a ser independiente. O sea que todavía queda por decir”, puntualizó.
PIP y MVC exploran la vía creativa para su entendido electoral
En vías de un entendido electoral entre el Partido Independista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Dalmau junto al licenciado Manuel Natal hace un año han identificado sus coincidencias políticas, sin embargo estas no han podido trascender en el contexto electoral.
¿La razón? Dalmau explicó que aunque históricamente estas alianzas eran permitidas, en el 2011 el exgobernador Luis Fortuño prohibió los partidos coaligados.
“Lo prohibió porque Luis Fortuño bajo su administración flexibilizó la inscripción de nuevos partidos bajo la teoría de que podía dispersar la oposición política del PNP, pero como no quería que esa oposición política tuviera entendidos electorales, entonces prohibieron la coaligación”, dijo Dalmau.
Actualmente, indicó Dalmu, tanto el PIP como MVC llevan un esfuerzo conjunto en los tribunales para impugnar la prohibición.
“Los abogados del PIP y Victoria Ciudadana se han reunido, han establecido una estrategia judicial y pienso que en las próximas semana habrá noticias con esa acción judicial”, sostuvo el licenciado.
Y aunque, está consciente que el proceso judicial sería ´cuesta arriba´, Dalmau asegura que se debe agotar el recurso y que ya tiene otras estrategias contempladas.
“Tenemos que agotar ese remedio porque me parece que cubre todos los espacios, pero yo no soy ingenuo, yo estoy convencido de que quienes representan en el Tribunal Supremo, los distintos jueces, presidentes y los asociados, son representantes del bipartidismo y fueron designados por el bipartidismo. Así que también, hay otras estrategias. Está la legislativa, que también ahí no hay mucha esperanza, porque ya el liderato popular y PNP ha dicho que no daría paso a eliminar la prohibición. Así que eso nos deja a nosotros con la vía política de llegar a entendidos de una forma creativa, de una forma imaginativa para apoyar mutuamente candidaturas. Y sobre ese particular es que nos encontramos un poco explorando en estos momentos, porque la ley también tiene unas consecuencias de acuerdo a las determinaciones que se tomen”, manifestó.
Según el portal de Microjuris, las candidaturas coaligadas constituyen un mecanismo que permite que dos o más partidos políticos puedan nominar una o más personas a un mismo puesto electivo sin sacrificar la identidad propia de cada partido o candidatura independiente.
En tanto, el actual Código Electoral de Puerto Rico 2020 prohíbe expresamente la creación de alianzas o coligaciones entre partidos políticos, sus candidatos o candidatos independientes. La más reciente enmienda al Código Electoral se produjo en junio de 2020.
El calendario aprieta
A un año y medio para los próximos comicios electorales, Dalmau tiene claro que tienen poco tiempo para tomar decisiones, considerando que en diciembre de este año se radican las candidaturas y los procesos previos que deben realizar como asambleas locales, asambleas regionales y una asamblea general en el caso del Partido Independentista.
“Eso va a imponer un calendario de que próximamente estas conversaciones vayan definiéndose de una forma mucho más clara y mucho más oficial entre ambas organizaciones, aquellas que se puedan lograr”, dijo.
“Es un proceso complejo y hay que reconocerlo, particularmente en un país que no tiene la costumbre de que se lleven a cabo estos entendidos. Y entonces, después, tendremos que ver ese proceso de educación, de divulgación, de dar a conocer esas candidaturas. Pero pienso que ese calendario está apretado con respecto a que ya en diciembre comienza la radicación de candidaturas y en ese proceso ya tendríamos que tener, probablemente, ya para para verano o finales de verano, un cuadro claro de hacia dónde nos dirigimos y en qué candidaturas. En ocasiones lo perfecto no puede ser enemigo de lo necesario. Y aunque hay personas que tienen una idea de que esto es un asunto casi como si fuera una fusión, no es una fusión. Cada organización mantiene su espacio propio y lo que estaríamos hablando, en qué candidaturas que sea posible haya unos apoyos mutuos. Y en ese proceso está”, señaló.
Si la alianza que se pudiera establecer entre en ambos partidos pone en riesgo la franquicia electoral, Dalmau asegura que no y declinó entrar en los detalles del por qué no sucedería por entender que estaría ofreciéndoles información a sus adversarios políticos.
“No y no me parece que va a ser necesario. Igual tampoco tendría que ser necesario en el caso de Victoria Ciudadana, de acuerdo a las determinaciones que ellos tomen, que son determinaciones que les corresponden a ellos. Pero hay unas maneras de cumplir con la ley que se puedan dar unas dinámicas con respecto al proceso electoral que nos permita de facto poder llevar a cabo ese tipo de entendido electoral. Pero de nuevo, no doy muchos detalles, porque obviamente sería anticiparle a los adversarios político quienes continúen en el control de la Asamblea Legislativa y del Ejecutivo y que podrían tratar de imponer trabas adicionales a lo que hasta ahora es un proceso que nosotros más o menos tenemos una idea de cómo se podría llevar a cabo”, manifestó.
Por otro lado, a los detractores políticos del PNP y PPD que han catalogan la alianza como un ´junte demoniaco´ o como un ´junte de socialistas de izquierda´, Dalmau los describe como los ´develados´ por que entiende que les causa preocupación la iniciativa política.
“Están desvelados porque si estuviéramos haciendo las cosas mal aplicaría aquella máxima de Napoleón, ´Al enemigo cuando comete errores, no le interrumpa’. Sin embargo, no hacen nada más que salir alguna información, algún tema, algún titular y uno nota que los portavoces y el liderato de esos dos partidos que representan el bipartidismo que tanto daño le ha hecho a Puerto Rico, rápidamente salen con las adjetivaciones de Guerra Fría. Mi respuesta sería que ellos les están negando al país la oportunidad de tener más opciones electorales. Después de todo, debería ser el elector o la electora quien tenga la última palabra si va a favorecer ese tipo de entendido electoral o no, pero ellos quieren prohibirlo por ley y quieren mantener esa prohibición y evidentemente es porque tienen una gran preocupación”, sostuvo.
Recordó que en las elecciones pasadas tanto en el PIP como MVC lograron movilizar al 14% del electorado.
“Bajo ningún criterio histórico político en Puerto Rico debió haber pasado. El partido independentista obtiene un 14% de los votos. Victoria Ciudadana obtiene un 14% de los votos. Entre ambas fuerza 28% de los votos. El gobernador fue certificado con 33% de los votos. La cantidad de votos que obtiene el PNP y el Partido Popular es la más baja en su historia como instituciones políticas y los que representamos una alternativa, la más alta, inimaginable, lo que se pudo haber anticipado en esa elección. Por lo tanto, esa es la preocupación”, dijo.
“Si no estuvieran preocupado, ignorarán este tipo de acuerdo entendido o diálogo que se está llevando a cabo. Así que yo veo ese tipo de retórica inflamatoria como parte de más bien un desvelo, una histeria, una preocupación de darse cuenta que quienes vemos en este momento histórico una gran oportunidad para que el país cambie lo que ha sido su cultura electoral y política, pues ciertamente están preocupados y van a desempolvar la Guerra Fría. Vamos a enrollar las carreteras, viene Fidel Castro por Aguadilla o Hugo Chávez por Guánica y entonces de repente una cosa así”, manifestó.