El secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y su excandidato a la gobernación, Juan Dalmau se movilizó esta semana a Washington DC donde sostendrá reuniones con congresistas demócratas y republicanos, así como funcionarios del ejecutivo federal para discutir el estatus de Puerto Rico, la Ley PROMESA y medidas de desarrollo económico.
En entrevista con Metro al Mediodía, Dalmau describió este viaje como parte de un ciclo de visitas a Estados Unidos que lo llevó inicialmente a reuniones con organizaciones de base comunitaria de puertorriqueños en distintos estados y luego a presentaciones en universidades estadounidenses. No detalló la agenda de reuniones en el Congreso porque dijo podrían sabotearlas desde la oposición política, pero sostuvo que dialogará con líderes de los dos partidos políticos nacionales en Estados Unidos.
Hay un proyecto de estatus radicado en el Congreso. ¿Usted espera que sea tema de diálogo con congresistas?
-Sí, seguramente. Estos encuentros se dan en ese contexto y yo voy a reiterar lo que fue la posición que expresé ante los miembros del Comité de Recursos Naturales y Energía de la Cámara de Representantes cuando visitaron a Puerto Rico el año pasado. Anticipé que este no es un proyecto perfecto y no es mi proyecto preferido, pero es un paso importante en la dirección correcta el que el Congreso de los Estados Unidos por primera vez aprobara legislación en donde para un proceso de descolonización se excluya la opción colonial. Es un paso de avance y un reconocimiento de parte del Congreso de que, en efecto, la fórmula actual que vive Puerto Rico políticamente en sus relaciones con Estados Unidos es una fórmula antidemocrática. Lo segundo es que este proyecto contiene un lenguaje en donde obliga el Congreso la cláusula de autoejecutabilidad. […] El Congreso no va a renunciar a su autoridad sobre el territorio, por lo tanto, no podría aprobar un proyecto que tenga ese lenguaje. Eso no significa que no se le dé participación a los estadistas en un proceso de consulta, lo que significa es que el lenguaje en un contexto federal no se aprobaría, y así lo han expresado y han reiterado figuras clave dentro del sistema legislativo estadounidense. Así que mi esperanza es que en estas conversaciones se pueda retomar lo que lo que puede ser un lenguaje aceptable y que al final del camino seamos los puertorriqueños lo que ejerzamos ese derecho a la autodeterminación.
La semana pasada, el Tribunal Supremo emitió otra opinión en la que quedaron expuestos todos esos poderes plenarios del Congreso sobre Puerto Rico y cómo la Junta de Supervisión Fiscal, pues no tiene que rendir cuentas ni siquiera de transparencia. Estados Unidos parece estar muy cómodo con este Estado Libre Asociado donde ellos tienen todos los poderes plenarios sobre Puerto Rico. ¿Cree que hay ambiente para moverse a una relación hacia la soberanía o hacia la estadidad?
—Más que comodidad se trata de responsabilidad política, jurídica y moral. En efecto, la política colonial estadounidense hacia Puerto Rico ha fracasado. Puerto Rico se encuentra hoy en unos niveles de pobreza más altos que antes en su historia. Básicamente una junta de siete personas que no son electas establecen política pública y establecen cuál va a ser el presupuesto del país de acuerdo a las prioridades de los bonistas, no del pueblo de Puerto Rico y sus necesidades. El hecho de que en Puerto Rico hayan los niveles de dependencia que existen, lo que ha creado es un círculo vicioso que ha impedido un crecimiento económico necesario y por lo tanto yo creo que este momento es uno propicio para que el Congreso de los Estados Unidos haga un acercamiento riguroso sobre el tema de Puerto Rico, y ellos tienen las piezas sobre la mesa. Aquí, en el proceso del 89 al 91 (el Proyecto Johnston) se realizaron precisamente esos esfuerzos bilaterales y que eso produjo estudios importantes sobre el tema de desarrollo económico de Puerto Rico. […]Yo creo que es el momento, habiendo ya los Estados Unidos reconocido que Puerto Rico pertenece a, pero no es parte de los Estados Unidos, reiterando los casos insulares de principios de siglo pasado. Este es el momento propicio para que ese tipo de acercamiento se haga. […] Hace ya más de un año, el que fue el arquitecto de la Ley PROMESA, Antonio Weiss, básicamente escribió un artículo en Foreign Affairs donde señalaba que Puerto Rico jamás podrá superar sus penurias económicas hasta que no se resuelva su problema del estatus político de subordinación existente. Yo creo que eso ha calado y tiene más conciencia hoy día la clase política estadounidense de ese hecho.
Usted plantea que hay mayor conciencia, pero ¿hay interés, intención y urgencia?
— Pienso que hay que orientar y hay que profundizar en el diálogo para que ellos comprendan. Esto es un asunto urgente. En Puerto Rico, cada vez más empobrecido, más dependiente, los fondos que se reciben no son fondos recurrentes. No tenemos una economía autosostenible. Tenemos que comenzar a dar los pasos para que eso sea así. Y yo pienso que sí hay funcionarios que tienen conciencia de que en la medida que sigan pateando la lata, que sigan aplazando el atender el tema de Puerto Rico, pueden toparse en su momento con un crecimiento de un reclamo de la estadidad que es incompatible con lo que es verdad.
Me comentaba al principio de la entrevista que este viaje a Washington ha sido parte de un proceso que ha estado en distintos estados conectando con la diáspora en las universidades. Vimos también recientemente al coordinador general del Movimiento Victoria Ciudadano, trasladándose a la Florida. ¿Hay algún tipo de estrategia que hayan dialogado de atraer un voto que pueda que pueda estar en Estados Unidos, pero que pueda todavía votar en Puerto Rico para las próximas elecciones?
-No es algo que hayamos hecho conjuntamente. En el caso de mis visitas, que son de las que puedo hablar, particularmente en el contexto de organizaciones de la diáspora y en las universidades, sí uno de los temas que se aborda es el tema de aquellos que tienen derecho de acuerdo a la Ley Electoral en Puerto Rico, que logren inscribirse y puedan participar del proceso. Particularmente, en el contexto estudiantil. Muchos estudiantes que se encuentran en los Estados Unidos o en otros lugares del mundo tienen derecho a votar y eso lo reconoce la ley […] Obviamente aquellos que no tienen derecho a votar no pueden realizar ese esfuerzo de apoyar electoralmente las opciones en contra del bipartidismo, pero sí pueden llevar un mensaje a sus familiares que residen en Puerto Rico, sí pueden apoyar económicamente los esfuerzos de campaña, sí pueden también crear conciencia en los Estados Unidos para que haya mayor conocimiento con respecto a lo que está viviendo Puerto Rico en estos momento, como consecuencia del colonialismo y consecuencias de política pública dañina tanto de gobiernos populares y PNP. Y que esa aportación también es muy importante en el contexto de aquellos que no se encuentran viviendo Puerto Rico.
¿Cómo van esos diálogos para tratar de hacer acciones concertadas o una alianza con Movimiento Victoria Ciudadana?
—Esos diálogos continúan. Yo he tenido conversaciones con el licenciado Natal, múltiples reuniones, múltiples conversaciones y todo dirigido por etapas para ver de qué manera podemos darle al país mayores opciones en el momento de ejercer su derecho al voto. Hemos estado trabajando lo que sería un pleito que impugne la prohibición de alianzas electorales o partidos o candidaturas coaligadas, cosa que existió en Puerto Rico por décadas, pero que fue eliminado bajo el gobierno de Luis Fortuño. Y en ese sentido, próximamente se harán anuncios. […]Paralelamente, también hemos tenido conversaciones sobre otros aspectos que pueden ser iniciativas o acciones de manera creativa, de manera imaginativa, sin violentar la ley electoral, pero que ciertamente sí permitan —aún con los obstáculos que ha impuesto el bipartidismo— que por lo menos el país tenga mayores opciones al momento de ejercer su derecho al voto.
Al licenciado Adrián González en el programa “Directo y Sin Filtro” se le chispoteó y dijo que lo que estaban hablando era básicamente su candidatura a la gobernación y la candidatura de Natal a San Juan, que no implica las candidaturas legislativas, ni comisionado residente. ¿Por ahí es que va la cosa?
—No hay nada definido, no hay determinaciones oficiales. Todavía estamos en esos diálogos y creo que lo que quiso decir el licenciado González es precisamente que lo que se ha discutido también públicamente, tanto por parte de analistas políticos, por parte de medios de comunicación y por parte de la gente con quien uno conversa en distintos contextos en Puerto Rico es precisamente ese escenario. Pero yo no me anticipar a imponerle a las conversaciones que estamos teniendo alguna limitación, pero ciertamente la candidatura a la gobernación de este servidor, al igual que la candidatura del licenciado Natal San Juan, yo creo que son candidaturas viables que podrían cambiar el paradigma electoral en Puerto Rico. En las elecciones pasadas la licenciada Lúgao obtuvo un 14% de los votos, y mi candidatura obtuvo un 14% de los votos. Eso representa una masa electoral de un 28% que no votó por el bipartidismo tradicional y el gobernador electo certificado por la Comisión obtuvo 33% de los votos. Así que yo creo que en este momento ese tipo de propuesta puede servir de plataforma para que por primera vez en Puerto Rico se le dé la oportunidad de gobernar a quienes representamos un contraste a quienes nos han gobernado y nos han llevado a la quiebra, la pobreza, la corrupción y el colonialismo.
Ahora que usted menciona lo que la licenciada logró; ella obtuvo ese 14% bajo el Partido Movimiento Victoria Ciudadana, pero la verdad es que la figura política era ella. ¿Usted ha dialogado con ella para tener algún tipo de endoso que pueda sumar?
—No he tenido oportunidad de hablar con la licenciada Lúgaro, lo que me gustaría hacer en algún momento. Yo creo que la licenciada Alexandra Lúgaro hizo una aportación importante al proceso político, tanto cuando corrió independiente como cuando corrió como candidata a la Gobernación por Victoria Ciudadana. Y creo que es una voz que tiene todavía influencia, aún cuando ella ha dicho que no va a participar de la política electoral, sí ha dicho que le interesa participar de espacios políticos. Por supuesto que esos puentes de comunicación también deben establecerse y espero que en algún momento tenga oportunidad de tener un diálogo con ella y poder escuchar cuál es su opinión de lo que está enfrentando Puerto Rico y además de las posibilidades que pueden tener entendidos electorales y aquellas aportaciones que se pueda hacer fuera del marco electoral.
¿El caso de la representante Mariana Nogales en alguna medida impacta o afecta estos diálogos que están teniendo como movimiento Victoria Ciudadana?
—No. Son dos asuntos completamente separados. Un asunto es el que tiene que enfrentar la representante y que está ahora en su proceso judicial. Ella misma había dicho que quería tener la oportunidad de clarificar con la evidencia que ella tiene que estos planteamientos no tienen fundamento. Ahora tiene un foro a nivel judicial para hacerlo. Otra cosa son las conversaciones que hemos tenido el licenciado Manuel Natal y yo con respecto a lo que pueden ser apoyos mutuos en el contexto político electoral en Puerto Rico. Nunca estuvo planteado, ni está planteado, el hecho de que en esos entendidos de apoyos mutuos se incluyeran legisladores por acumulación. La Constitución dispone que los electores solamente pueden votar por un candidato por acumulación a Senado y por un candidato o candidata por acumulación a la Cámara de Representantes, por lo cual ya tiene su espacio político en la Asamblea Legislativa con senadora y representante por acumulación. Igualmente, Victoria Ciudadana, que eligió dos al Senado y dos a la Cámara. Por lo tanto, eso nunca estuvo planteado. Lo que tenemos que evaluar son las posiciones a la Gobernación, Comisionado Residente, la Alcaldía de San Juan, algunos distritos senatoriales y representativos. Todo esto será parte de ese diálogo.
Hablando de Código electoral, ¿qué le parece toda la discusión legislativa sobre el Código Electoral?
—El liderato del Partido Popular demostró que no tiene palabra. Durante la campaña electoral, en el cuatrienio pasado y cuando se vio el proyecto del Código Electoral promovido por Tomás Rivera Schatz del PNP, el liderato del Partido Popular prometió que derogar a ese Código Electoral y posteriormente, en su primer discurso ante la Cámara de Representantes como presidente, Rafael Hernández dijo que iba a derogar el Código Electoral y que eso era una prioridad. Nada de eso ocurrió y ya ves como cambia nuevamente la narrativa del liderato del Partido Popular a cogerse de las manos con el PNP en enmiendas a un código que resultaría no solamente en la reiteración de que ese código se mantenga en sus múltiples dimensiones y que el PNP mantenga el control de la Comisión Estatal de Elecciones como único partido, pero que el liderato del Partido Popular continuaría como un socio minoritario, como segunda voz del PNP en la Comisión Estatal de Elecciones, en su afán de excluir a quienes representamos un terccio del electorado puertorriqueño. Así que básicamente, lo que ha hecho el liderato del Partido Popular es traicionar al pueblo de Puerto Rico. Ahora tienen que ver con toda su crudeza, como el afán del bipartidismo rojo y azul, ha llevado al liderato del Partido Popular a convertirse en una especie de PNP descafeinado. Yo creo que eso explica también la baja participación que hubo en la primaria presidencial del Partido Popular y además la desmovilización y desmoralización que existe dentro de las filas de ese partido.