Mientras el Departamento de Educación proyecta una baja adicional de 13.5% en su matrícula general, lo cierto es que prevén una necesidad mayor para el área de educación especial para la cual no cuentan con los maestros necesarios.
El Secretario de Educación Eliezer Ramos Parés detalló en Vista pública de la Comisión de Hacienda de la Cámara, que durante los pasados 30 años la matrícula en las escuelas públicas se ha reducido en 41%. En comparación con el pasado año, este año escolar la matrícula disminuyó por 8,858 estudiantes, para una matrícula activa total de 250,677.
“Esto es un reflejo proporcional a la disminución en la tasa de natalidad y a la inmigración que ha experimentado Puerto Rico durante los pasados años”, dijo.
También informó que la agencia creó un “plan de rediseño escolar” con el fin de tener nuevos ofrecimientos, como el programa Pathways in Technology Early College High School (P-TECH), que propone que los estudiantes tomen cursos conducentes a una carrera desde el noveno al duodécimo grado.
El DE cuenta con una plantilla laboral de sobre 48,000 empleados docentes y no docentes regulares. Actualmente, tiene una población activa de más de 24,000 maestros en 867 planteles escolares alrededor de la isla.
Según el secretario, la principal dificultad se encuentra en la escasez de personal especializado en educación especial para atender a los 103,674 estudiantes elegibles a los servicios durante el presente año escolar.
“Mi prioridad y en las organizaciones escolares es que los directores de escuela y la región educativa les den prioridad a los salones de educación especial, deben ser los primeros ubicados en las escuelas, deben ser los que se contemplen las mejores condiciones y obviamente deben estar en el mejor estado posible”, comentó Ramos Parés.
El Secretario aseguró que la cantidad de maestros de educación especial en las escuelas públicas de Puerto Rico no dan abasto. Actualmente el programa de educación especial cuenta con 5,174 maestros especialistas de los cuales 4,081 son maestros con estatus permanentes y 1,093 con estatus transitorio.
No obstante, la presidenta de la Comisión de Educación, Deborah Soto Arroyo, argumentó que las deficiencias del programa se centran en la falta de salones especializados y el deterioro de estas aulas para recibir a la población con diversidad funcional.
“Hay buenos maestros del programa de educación especial, pero a veces no tienen su salón para poder brindar ese servicio. Si tenemos buenos maestros, la calidad de enseñanza es buena y está estipulado en documentos que hay un presupuesto, ¿por qué el dinero no llega y no se les confeccionan esos salones?”, cuestionó la legisladora.
Ramos Parés reconoció que existen salones que “no son dignos” para recibir a los estudiantes de educación especial y aseguró que ha impartido instrucciones a los directores de las siete regiones escolares para que le den prioridad a estas aulas.
“Con estos ajustes, nosotros entendemos que el Programa puede cumplir. Sí hay unos retos que están ahí, y sobre todo es el reto del servicio; de poder coordinar ese servicio (de educación especial) de manera inmediata, pero es más el tema de recoger a ese profesional capacitado”, respondió Parés Ramos.
“Hemos ganado terreno, pero nos falta terreno”, subrayó.
Por otro lado, durante la vista Ramos Parés enfatizó los proyectos de reconstrucción que maneja la nueva Oficina de Infraestructura y Reconstrucción (OIR) de la agencia, ya que aseveró que la “inmensa mayoría” de los más de 5,300 edificios que componen la infraestructura escolar se encuentran en un estado de deterioro, están obsoletos, son anticuados o están desactualizados con los códigos de construcción.
Estos proyectos serán atendidos con una asignación no recurrente de múltiples subvenciones federales que superan los $3 mil millones.