El jefe de la empresa militar privada rusa Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, se trasladará a la vecina Bielorrusia como parte de un acuerdo para apaciguar las tensiones de la rebelión y se cerrará la causa penal contra él, anunció el sábado el Kremlin.
Adicionalmente, los mercenarios del grupo que se unieron al multimillonario en la sublevación no serán castigadas por rebelión y quienes nunca se le sumaron recibirán ofertas de contratos del Ministerio de Defensa, agregó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Tras el acuerdo, Prigozhin dijo que le había ordenado a sus tropas detener su marcha hacia Moscú y retirarse a sus campamentos de Ucrania, donde han estado combatiendo junto al ejército ruso.
El acuerdo parecía desactivar una crisis que escalaba dramáticamente y que representaba el desafío más importante para el presidente Vladímir Putin en sus más de dos décadas en el poder.
El pacto contó con la mediación del presidente bielorruso Alexander Lukashenko, un firme aliado de Putin.
El propietario del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, aseguró el sábado que ordenó a sus mercenarios que suspendieran su marcha hacia Moscú y que se retiraran a sus campamentos en Ucrania para evitar derramar sangre rusa.
El anuncio pareció calmar una crisis creciente. Moscú se había preparado para la llegada de llos soldados del contratista militar privado ruso dirigido por el comandante rebelde. El presidente Vladímir Putin había advertido que enfrentaría consecuencias severas.
¿Quién es Yevgeny Prigozhin?
Yevgeny Prigozhin, que alguna vez fue un empresario de bajo perfil que se benefició de tener al presidente ruso Vladímir Putin como un poderoso patrocinador, ha pasado a captar la atención mundial con la guerra de Rusia en Ucrania.
En su papel de dirigente de una fuerza mercenaria que dice estar librando muchas de las batallas más duras de las fuerzas armadas rusas en Ucrania, Prigozhin, de 62 años, ha pasado ahora a desempeñar su papel más peligroso hasta la fecha: predicar la rebelión abierta contra la cúpula militar de su país.
“EL CHEF DE PUTIN”
Prigozhin y Putin se conocen desde hace tiempo. Ambos nacieron en Leningrado, llamada San Petersburgo en la actualidad.
Durante los últimos años de la Unión Soviética, Prigozhin cumplió una condena en prisión —10 años según él_, aunque no dice la causa.
Después de eso, fue propietario de un puesto de perros calientes y luego de lujosos restaurantes que llamaron la atención de Putin. En su primer mandato, el presidente ruso llevó a su entonces homólogo francés Jacques Chirac a cenar a uno de ellos.
“Vladímir Putin vio cómo construí un negocio a partir de un quiosco, vio que no me importaba servir a los distinguidos invitados porque eran mis invitados”, recordó Prigozhin en una entrevista publicada en 2011.
Sus negocios se ampliaron considerablemente al servicio de banquetes y al suministro de almuerzos escolares. En 2010, Putin ayudó a inaugurar la fábrica de Prigozhin, construida con generosos préstamos de un banco estatal. Tan sólo en Moscú, su empresa Concord ganó millones de dólares en contratos para suministrar comidas en escuelas públicas. También organizó servicios de banquetes para eventos del Kremlin durante varios años —lo que le valió el apodo del “chef de Putin”_, y ha prestado servicios de comida y servicios públicos a las fuerzas armadas rusas.
En 2017, el opositor y activista contra la corrupción Alexei Navalny acusó a las empresas de Prigozhin de infringir las leyes antimonopolio al presentar licitaciones por unos 387 millones de dólares para contratos del Ministerio de Defensa.
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EL VÍNCULO MILITAR
Prigozhin también es propietario del Grupo Wagner, una fuerza mercenaria aliada del Kremlin que ha llegado a desempeñar un papel central en la proyección por parte de Putin de la influencia rusa en lugares conflictivos de todo el mundo.
Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas y otros dicen que esta fuerza mercenaria ha intervenido en conflictos, sobre todo en países de África. Los combatientes del Grupo Wagner supuestamente proporcionan seguridad a gobernantes nacionales o caudillos a cambio de pagos lucrativos, que a menudo incluyen una participación en oro u otros recursos naturales. Funcionarios estadounidenses dicen que Rusia también podría estar utilizando el trabajo del Grupo Wagner en África para apoyar su guerra en Ucrania.
En Ucrania, los mercenarios de Prigozhin se han convertido en una fuerza protagónica en la guerra, luchando como contrapartes del ejército ruso en batallas contra las fuerzas ucranianas.
Prigozhin, propietario del Grupo Wagner, aliado del Kremlin, ha intensificado lo que han sido meses de duras críticas hacia el manejo de la guerra por parte de Rusia, exhortando el viernes a un levantamiento armado para echar al ministro de Defensa. Los servicios de seguridad rusos reaccionaron inmediatamente, abriendo una investigación penal y ordenando el arresto de Prigozhin.
En una muestra de la seriedad con la que el Kremlin se tomó la amenaza, miembros de la policía antidisturbios y de la Guardia Nacional fueron desplegados con rapidez para reforzar la seguridad en Moscú, incluidas agencias del gobierno e infraestructura de transporte, reportó la agencia estatal de noticias Tass. Prigozhin, que alguna vez fue delicuente convicto, vendedor de “hot dogs” y añejo socio de Putin, pidió a los rusos que se unieran a su “marcha de la justicia”.