La Cámara de Representantes aprobó esta semana el Proyecto 837, el cual establece la “Ley Anti Discrimen Cibernético”, en busca de eliminar las barreras tecnológicas y permitir que los adultos mayores tenga acceso a servicios públicos a través de medios tradicionales.
El P.C 837 pretende, además, obligar a las dependencias gubernamentales a mantener la alternativa de que dichos servicios pueden solicitarse mediante formularios impresos o en persona.
“Esta es una medida bien importante, pues va directo a atender una necesidad real y palpable, particularmente en la población de adultos mayores en Puerto Rico. Estamos hablando que en nuestra Isla unas 888,786 personas tienen 60 años o más. Esa cifra es una de las más altas en toda la nación. Otro dato importante es que los usuarios de internet mayores de 65 años representan menos del 7 por ciento de la población. Estas personas, en su inmensa mayoría, están acostumbradas a una forma diferente de interactuar con el gobierno, una manera personal de visitar dependencias gubernamentales para realizar sus gestiones y hacerlas las mismas en papel”, comentó Keren Riquelme, autora de la iniciativa.
La medida pasa ahora al escritorio del gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, para su evaluación.
“Es imperativo reconocer que para un sector de la población los sistemas cibernéticos han creado barreras de acceso a los servicios gubernamentales, mucho mayores que las que se pretendieron eliminar. No podemos desatender ni penalizar a este sector de nuestra población mientras resolvemos los problemas que impiden un verdadero acceso universal a los servicios públicos. Por tanto, es necesario que se les provea a estos beneficiarios la alternativa de solicitar servicios públicos a través de medios tradicionales”, añadió la líder estadista.
En meses recientes, grupos de personas de la tercera edad reclamaron que las solicitudes de ayuda para el Programa de Asistencia Nutricional (PAN) y el Programa de Ayuda Temporal para Familias Necesitadas, (TANF, por sus siglas inglés) sean dadas, también, a papel, ante la realidad de que muchos no dominan los sistemas para aplicar en línea.